MARUJA MOUTAS (Oviedo, 1916-Madrid, 2015).
“Interior”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho. Firmado y titulado al dorso.
Medidas: 80 x 100 cm; 94 x 112 cm (marco).
Maruja Moutas se formó inicialmente en Oviedo y, tras la guerra, en Madrid, donde estudió en la Academia de San Fernando y en talleres de artistas y artesanos que ampliaron su dominio técnico. Su integración en los círculos culturales madrileños —especialmente el del Café Gijón y su cercanía a la Escuela de Madrid— fue decisiva para la consolidación de su lenguaje pictórico. Desde sus primeras exposiciones en los años cincuenta, su obra mostró un estilo figurativo muy personal: un trazo firme, composiciones depuradas y un interés por objetos cotidianos, paisajes y ambientes urbanos. Con el tiempo, su pintura evolucionó hacia un expresionismo suavizado y lírico, caracterizado por el uso de colores complementarios, atmósferas irreales y una tendencia a simplificar las formas hasta rozar la abstracción sin renunciar nunca del todo a la referencia figurativa. Durante las décadas siguientes, Moutas profundizó en esta síntesis entre emoción, color y estructura, logrando una pintura de gran sensibilidad poética. Su evolución fue acompañada por un creciente reconocimiento institucional, con presencia en colecciones como el Museo Reina Sofía o el Museo de Bellas Artes de Asturias, que subrayan la relevancia de su aportación al arte español del siglo XX.
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