JOAQUIM FALCÓ PUJOL (Manresa, Barcelona, 1958).
“Marilyn, Mickey and Minnie”, 2019.
Técnica mixta (acrílico sobre impresión giclée) sobre lienzo.
Adjunta certificado de autenticidad.
Firmado en el ángulo inferior izquierdo. Firmado, fechado y titulado al dorso.
Medidas: 100 x 100 cm.
Joaquim Falcó inicia su formación artística en la academia del pintor Estanislao Vilajosana, destacado representante del postimpresionismo catalán y especializado en la pintura de paisaje. Bajo su tutela, Falcó adquiere una sólida base técnica y un temprano aprecio por el color y la composición. Posteriormente amplía su formación en el Círculo Artístico de Manresa, un espacio clave en su desarrollo creativo, donde entra en contacto con otros lenguajes plásticos contemporáneos y se consolida como artista emergente dentro del panorama catalán.
Su debut en exposiciones individuales tiene lugar en 1979, y durante los primeros años de la década de 1980 su obra experimenta una evolución decisiva hacia la abstracción, adoptando un lenguaje más libre, gestual y cromáticamente expresivo, que marcará una constante en su trayectoria posterior. En 1989 realiza su primera exposición en Italia, país que influirá notablemente en su producción tanto por su riqueza artística como por la intensidad de su luz mediterránea. Desde entonces, Falcó alterna temporadas de trabajo entre España e Italia, enriqueciendo su estilo a partir de esta doble influencia.
A lo largo de su carrera ha celebrado numerosas exposiciones individuales en España, Francia, Italia, Estados Unidos, Puerto Rico y República Dominicana, consolidándose como un artista con proyección internacional. En 2003 es invitado como artista destacado a la Feria Internacional de Osaka (Japón), un hito que confirma el alcance global de su obra. Además, ha participado en importantes muestras colectivas en diversos países de Europa, Estados Unidos y Canadá, lo que lo sitúa en un circuito artístico internacional consolidado.
El trabajo de Falcó, caracterizado por su constante exploración formal, su vigoroso uso del color y su capacidad para integrar elementos de la tradición y la modernidad, lo ha convertido en una figura reconocida dentro del arte contemporáneo español.