Portaceras. Mediados del siglo XX.
Cuerpo en dorado. Detalles en esmalte rojo y azul.
Con caja original.
Medidas: 11 cm. (longitud).
De mediados del siglo XX, surge esta herramienta de escritura: un porta ceras de doble punta, hecho en metal dorado finamente labrado. Su cuerpo facetado, posiblemente hexagonal, revela una vocación tanto estética como funcional, evitando que ruede sobre la mesa mientras añade un aire de distinción.
En cada extremo, una franja esmaltada lo corona con un motivo clásico: la greca griega, en azul profundo de un lado y en rojo encendido del otro. No solo indica dos colores distintos, sino que evoca la simetría, la dualidad, el equilibrio visual. Aunque no lleva marca visible, su estilo recuerda los objetos de escritura fina fabricados en Francia o Alemania entre los años 1920 y 1950, cuando la utilidad aún caminaba de la mano de la elegancia.