FRANÇOIS LINKE (Francia, 1855-1946)
Después de CLAUDE-MICHEL CLODION (1738-1814).
Reloj de sobremesa.
"La source".
Mármol de Carrara.
Peana de mármol verde, bronce dorado.
Firmado "Imbert a Paris" (Después de Jean-Gabriel Imbert).
Medidas: 34 x 54 x 29 cm.; 10 x 59 x 10,5 cm.(peana).

Reloj de sobremesa cuyo modelo realizó François Linke basándose, de manera directa, en la obra "La Source" de Clodion. La pieza, y su historia, aparece referenciada en las páginas 352 y 353 de "François Linke: The Belle Epoque of French Furniture", por Christopher Payne.

Linke fue un célebre ebanista y decorador de origen austrohúngaro, afincado en París. Este reloj escultórico de sobremesa ostenta una escultura en mármol de Carrara que reproduce con notable fidelidad la célebre figura de la ninfa recostada de Clodion, escultor rococó francés admirado por sus composiciones mitológicas de gracia voluptuosa. La escultura conserva el dinamismo y la sensualidad característica del artista, adaptada aquí a un contexto funcional y decorativo. En esta versió, el lugar del tradicional cántaro caído (del que fluye el agua en la versión original de “Le source”) ha sido sustituido por la esfera del reloj, de numeración arábiga. Está firmada por Imbert, aunque con probabilidad se trata de una manufactura realizada por un taller posterior que retoma su maquinaria. La figura de la ninfa aparece reclinada sobre un lecho marmóreo, cuyas sábanas drapeadas son esculpidas con virtuosismo, evocando una escena íntima de quietud mitológica. Esta cama descansa sobre un zócalo de mármol verde, enmarcado por una moldura perimetral en bronce dorado, cincelada con una greca vegetal.

La combinación de materiales nobles, junto con la calidad escultórica y el refinamiento del ensamblaje, hacen de esta obra un manifiesto estético del eclecticismo decorativo de finales del siglo XIX.

Aunque más conocido por sus muebles que por sus objetos decorativos, este reloj encarna la síntesis entre tradición ornamental y sensibilidad moderna que caracterizó la producción de François Linke.

Linke alcanzó reconocimiento internacional tras su consagración en la Exposición Universal de París de 1900, donde su mobiliario —opulento, innovador y técnicamente impecable— marcó un punto de inflexión en la ebanistería de la Belle Époque. Su obra representa una fusión sofisticada entre el legado rococó y el por entonces emergente Art Nouveau.