Reloj de arena del siglo XVII.
En hueso tallado.
Frasco de vidrio soplado.
Este reloj de arena es una pieza exquisita del siglo XVII, cuya estructura está íntegramente realizada en hueso tallado. El reloj presenta una estructura cilíndrica, formada por dos discos circulares ricamente decorados con delicados motivos florales y geométricos grabados en bajo relieve, testimonio de la habilidad minuciosa de los artesanos de la época. Entre los discos se alzan seis columnas torneadas de sección balustre, finamente pulidas y simétricamente dispuestas, que protegen el delicado cuerpo de vidrio soplado en forma de doble bulbo, donde la arena fluye lentamente de la ampolla superior a la inferior.
Los relojes de arena eran instrumentos de medición del tiempo empleados tanto en la navegación como en el ámbito doméstico y religioso. Durante el siglo XVII, este tipo de piezas, elaboradas en materiales preciosos como marfil, hueso o maderas nobles, se consideraban objetos de prestigio, reflejando el estatus y el refinamiento de su propietario. Además de su función práctica, tenían un fuerte simbolismo moral: el fluir de la arena era una metáfora del paso inexorable del tiempo y de la fugacidad de la vida, muy en consonancia con la mentalidad barroca.
El uso del hueso tallado (probablemente de ballena o bovino) exigía una técnica de torneado y grabado muy precisa. El acabado pulido y la complejidad ornamental evidencian un trabajo especializado, posiblemente realizado en talleres del norte de Europa, donde se producían con gran maestría objetos decorativos y científicos. La malla que refuerza la unión de las dos ampollas de vidrio es también característica de la época, garantizando la solidez de la pieza.