Reloj de pórtico; Francia, c. 1850.
Madera, bronce y latón.
No conserva péndulo.
Medidas: 51 x 32 x 14 cm.
El reloj de pórtico se popularizó en Francia hacia mediados del siglo XIX por su combinación de función práctica y valor decorativo. Inspirado en la arquitectura clásica y el gusto neoclásico, este tipo de reloj adoptaba la forma de un pequeño templo o pórtico, con columnas.
La expansión de la burguesía y la creciente atención por el mobiliario y los objetos de lujo para el hogar favorecieron su difusión. Los relojes de pórtico se convirtieron en elementos centrales de la decoración doméstica, especialmente en salones y bibliotecas, donde reflejaban refinamiento cultural y conocimiento de las tendencias europeas. Además, su popularidad estuvo reforzada por la excelencia de los talleres franceses, que combinaban precisión mecánica y elaboradas decoraciones en bronce dorado, mármol y esmaltes, convirtiendo cada pieza en un objeto de colección y estatus social.
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