Escuela española del siglo XVII.
"San Isidro Labrador".
Óleo sobre tabla.
Marco del siglo XVIII.
Precisa restauración y limpieza. Presenta restos de antiguos xilófagos.
Medidas: 87 x 64 cm.; 99 x 76 cm.(marco).
En esta escena, un caballero ataviado con capa y gorguera que realza su perfil aristocrático, se arrodilla ante San Isidro. Lo acompaña un joven criado africano. Un corcel blanco permanece en segundo término. Estas figuras se emplazan en un paisaje boscoso, bañado en una luz difusa que otorga una coloración sólida a base de pinceladas firmes que construyen los volúmenes. El santo, sobre cuyo semblante la luz incide, permanece absorto en sus pensamientos. Los otros rostros, por su parte, expresan confianza en su poder curador y filantropía.
Isidro Labrador (Madrid, 1080-1172), casado con la también santa María de la Cabeza, fue beatificado por Paulo V en 1619, y canonizado en 1622 por Gregorio XV. Fue declarado patrono de los agricultores españoles por Juan XXIII en 1960. Son varios los milagros que se le atribuyen a este santo, encontrándose entre los más famosos el del pozo en el que, gracias a su oración, las aguas subieron para poder rescatar a su hijo, que había caído dentro. Otro es en el que los ángeles ayudan al santo a arar un campo, permitiéndole así pararse a rezar en todas las parroquias por las que pasaba camino al trabajo. Su representación iconográfica se relaciona directamente con su labor de agricultor, siendo sus símbolos más frecuentes los útiles del campo, como la azada o la pala. También suele representársele con un rosario, rejas o espigas.