Escuela italiana del siglo XVIII-XIX, siguiendo modelos de la Roma Antigua.
Bronce.
Medidas: 28 x 52 x 21 cm.
Si bien está escultura de un jabalí ha sido realizada en los siglos XVIII-XIX, sigue modelos clásicos basados en el arte de la Roma Antigua. Según historiadores de la Antigüedad Clásica, el jabalí era el emblema de una de las legiones romanas, probablemente la IX y que su antigüedad data de 200 años antes de Cristo. Destaca especialmente el cuidado trabajo del pelaje, cuidadosamente individualizado, así como la veracidad en el rostro y las patas del animal.
Los romanos aportaron dos importantes novedades al mundo de la escultura: el retrato y el relieve histórico, ninguno de los cuales existía en el mundo griego. Sin embargo, siguieron los modelos griegos para gran parte de su producción escultórica, base que en Roma se conjugará con la tradición etrusca. Tras los primeros contactos con la Grecia del clasicismo a través de las colonias de la Magna Grecia, los romanos conquistan Siracusa en el 212 a.C., una rica e importante colonia griega situada en Sicilia, adornada con gran número de obras helenísticas. La ciudad fue saqueada y sus tesoros artísticos llevados a Roma, donde el nuevo estilo de estas obras sustituyó pronto a la tradición etrusco-romana imperante hasta el momento. El propio Catón denunció el saqueo y la decoración de Roma con las obras helénicas, que consideró una peligrosa influencia para la cultura nativa, y deploró que los romanos aplaudieran las estatuas de Corinto y Atenas, ridiculizando a la vez la tradición decorativa en terracota de los antiguos templos romanos. No obstante, estas reacciones de oposición fueron en vano; el arte griego había sometido al etrusco-romano en general, hasta el punto de que las estatuas griegas se encontraban entre los premios más codiciados de la guerra, siendo exhibidas durante la procesión triunfal de los generales conquistadores.