Escuela española, siglo XVIII.
"La aparición de la Virgen de la Merced a Pedro Nolasco".
Óleo sobre lienzo.
Marco de finales del XIX, con restos de xilófagos.
Presenta faltas y perforaciones.
Medidas: 104 x 73 cm.; 121 x 90 x 5 cm.
El presente cuadro sigue preceptos compositivos del periodo barroco, y más concretamente pudo inspirarse en el cuadro homónimo que realizó Francisco de Zurbarán en 1628, destinado al claustro del convento de La Merced, en Sevilla. Ambos presentan una composición en diagonal con rompimientos de gloria, aunque los elementos iconográficos difieren. En nuestro cuadro, tres serafines contemplan el milagro mariano irrumpiendo en el cielo dorado, y junto a ellos el Niño Jesús y una Virgen de larga melena ondulada, se le aparecen al santo. Éste, con tonsura y hábito monacal, se arrodilla y extiende sus brazos ante la visión. El tema forma parte de la narración según la cual, durante la noche del 1 de agosto de 1218, la Virgen se apareció ante el caballero Pedro Nolasco, el rey Jaime I y el dominico Raimundo de Peñafort para exhortarlos a crear una nueva orden militar y religiosa destinada a redimir cautivos cristianos en las tierras de los infieles.