Tapiz; España, siglo XX.
“La gallinita ciega”.
Lana y urdimbre de algodón.
Firmado Miguel Stuyck.
Medidas: 145 x 145 cm.
Tapiz tejido en telar de alto lizo, siguiendo la tradición, según el cartón realizado por Goya para la Real Fábrica de Tapices de Santa Isabel en torno a 1786-87, actualmente conservado en el Museo del Prado. Los telares de alto lizo son aquellos con la urdimbre colocada en vertical, y son capaces de aguantar una tensión muy fuerte, por lo que han sido históricamente utilizados para la elaboración de los tapices más complejos y de mayor calidad.
Los conocidos como Cartones de Goya son un conjunto de pinturas realizadas por Goya entre 1775 y 1792 para la Real Fábrica de Tapices. Representan en su mayoría temas bucólicos, cinegéticos, rurales y populares, y se ceñían estrictamente al gusto del rey Carlos III y al de los príncipes Carlos de Borbón y María Luis de Parma, además de ser supervisados por otros artistas de la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara como Maella y los Bayeu. Uno de los principales atractivos de estos cartones de Goya es la mezcla de la impronta indeleble del mundo cortesano con la gracia del mundo popular, que siempre alternaron en la mente del pintor. Por otro lado, muestran en su factura la fidelidad a la gran tradición pictórica española que caracterizó siempre a Goya; la pincelada suelta del mejor Velázquez, y la sombra y la luz conjugados para crear unos volúmenes poderosos construidos en el empaste, aclarados con breves trazos luminosos en los que la sutileza de los colores produce variaciones infinitas. Así, se trata de una pintura llena de delicados matices cromáticos, conjugados de tal forma que determinen una atmósfera evocadora y poética, de gran naturalismo, de delicadas luces y suaves sombras.
Los Cartones se estructuran en siete series, cada una con una temática diferente, aunque en todas predominan los temas campestres y de diversión popular (sólo la primera muestra temas relativos a la caza).