Copa neoclásica. Italia, finales del siglo XVIII-principios del siglo XIX.
Mármol tallado y base de madera simulando el mármol.
Presenta desgastes y daños provocados por xilófagos.
Medidas: 80 x 60 cm (diámetro); 98 x 58 x 37 cm (total).
Copa monumental realizada en mármol tallado que se dispone sobre pedestal concebido a modo de pilastra de formas sintéticas con aristas vivas y líneas puras. La copa se asienta sobre una base poligonal en la que se encuentra el pie decorado con una guirnalda tallada, que recorre todo el perímetro. De esta zona parte el fuste con una parte gallonada que queda interrumpida por el área superior del fuste, de acabado liso. La base de la copa también presenta un diseño en forma de gallones de clara inspiración clasicista: Finalmente, una cenefa da paso a la zona central dominada por una talla en la que se presentan varios faunos acompañados de un grupo de mujeres bacantes, es decir, mujeres relacionadas con el culto del Dios Baco, el dios del vino. Todos los personajes, dispuestos a modo de friso, han sido retratados en posturas dispares. Estos elevan sus brazos en actitud danzante, aportando un gran dinamismo a la composición. Finalmente, la copa remata con un labio profusamente ornamentado con guirnaldas, en las que destaca el juego efectista del trepano, acompañadas de mascarones que destacan por su tridimensionalidad.
Este tipo de obras se inspiran en piezas realizadas en el Renacimiento y el Barroco, sobre todo en Italia. Éstas tomaban como ejemplo el arte de antigüedad. Este interés se potenció debido a los descubrimientos arqueológicos que revelaron el gusto y las costumbres de la antigüedad clásica. Bien es cierto que durante el neoclasicismo se reinterpretó el arte de la antigüedad, adaptándolo al gusto de la época.