Aguamanil; Al-Jazira, Irán, finales del siglo XII- siglo XIII.
Cerámica vidriada con decoración.
Posee rotura en la base y pérdidas del vidriado.
Medidas: 22 x 6,5 x 10 cm.
Aguamanil realizado en cerámica vidriada que presenta un formato zoomórfico. La pieza central se encuentra unida a la base, de la que parte dos patas situadas en cada extremo que dan paso al cuerpo del animal. En la parte superior se puede apreciar el cuello, y el remate superior a modo de cabeza, que posee una abertura en el centro, con forma de pitorro en una jarra, en la zona superior dos pequeñas asas que armonizan con una de mayor tamaño que se ubica en la zona trasera de la cabeza y el cuello. La pieza presenta una decoración fundamentada en el acabado de color azul, sobre el cual se puede observar una decoración negra con motivos geométricos que adoptan forma de espiral, ubicados especialmente en el lomo de este animal. Ningún otro atributo permite identificar la raza del animal.
La cerámica islámica ha adquirido una gran relevancia y popularidad por parte de los coleccionistas, quienes valoran la singularidad estética y los avances técnicos que dicha cultura aporto a la creación cerámica. Esta obra proviene de Al Jariza, un emplazamiento de gran relevancia arqueológica, ya que estaba situada junto al Tigris y al Éufrates, y por lo tanto fue uno de los lugares con los primeros vestigios de asentamientos sedentarios vinculados al desarrollo de la agricultura y la domesticación de animales. Cuando la ciudad fue invadida por los musulmanes su esplendor continuó, siendo Irak, uno de los referentes de calidad en relación a la producción de la cerámica.