Escuela italiana Después de RAFAEL DE SANZIO ; siglo XVIII.
“Santa Cecilia rodeada de san Pablo y María Magdalena”.
Bronce.
Medidas: 21 x 14 x 0,5 cm.
Esta pieza en bronce, realizada por la escuela italiana del siglo XVIII, es una interpretación escultórica del célebre cuadro “Santa Cecilia” de Rafael de Sanzio (1514–1517), conservado en la Pinacoteca Nacional de Bolonia. El relieve traduce con notable sensibilidad y pericia técnica el espíritu renacentista del original pictórico al lenguaje tridimensional del metal, conservando tanto la disposición compositiva como el carácter espiritual de los personajes representados.
Santa Cecilia, patrona de la música, ocupa el centro de la escena con su habitual iconografía: la mirada elevada y una expresión extática, en un estado de contemplación mística. A su lado, san Pablo , identificable por la espada y el libro, y María Magdalena, con su característica melena suelta y expresión de recogimiento. La armonía de la composición y la disposición piramidal evocan la estructura clásica del Renacimiento, cuidadosamente conservada por el artífice del relieve.
La calidad técnica del trabajo en bronce es sobresaliente. El modelado minucioso permite una delicada transición entre planos, generando un efecto casi pictórico mediante el tratamiento de la luz y la sombra sobre la superficie metálica. El artista ha logrado un alto grado de detalle, especialmente en los rostros, pliegues de las vestiduras y atributos iconográficos. La superficie del bronce presenta una pátina uniforme, probablemente original, que enriquece visualmente la profundidad del relieve sin entorpecer la lectura formal de las figuras.
La elección del bronce como medio subraya la intención de permanencia y solemnidad propia del arte devocional, mientras que la fidelidad al diseño de Rafael demuestra el valor que los artistas del siglo XVIII atribuían a los grandes maestros del Alto Renacimiento, cuyas obras eran reinterpretadas no solo como modelo estético, sino también como objeto de veneración cultural.
En suma, este relieve es una muestra refinada de la pervivencia del ideal renacentista en el arte religioso del siglo XVIII, donde la técnica virtuosa del fundido y cincelado se pone al servicio de una iconografía clásica y de una composición cargada de serenidad y equilibrio espiritual.