JUAN DE JUNI (Joigny, Francia, 1506 – Valladolid, 1577), siglo XVII.
“Ecce Homo” y “Dolorosa”.
Madera tallada y policromada.
Presentan faltas.
Bases del siglo XX.
Medidas: 17 x 15 x 2 cm; 26 cm (altura total).
La excepcional calidad y las reminiscencias borgoñas en el audaz y expresivo patetismo de estas dos esculturas sugieren que podrían ser obra de un seguidor del maestro barroco español Juan de Juni. Como se aprecia, las figuras destacan por su correcto modelado, su opulencia y carnosidad, una gran intensidad emocional y un notable dinamismo en sus ropajes.
Juan de Juni se formó en Francia y en Italia, de donde fue reclamado por el obispo Pedro Álvarez de Acosta que era portugués, para construir el palacio episcopal de Oporto. Posteriormente hacia 1533, viajó a España donde trabajó en León y participó en la realización de la decoración de la fachada del edificio de San Marcos. Respecto a su estilo en la imaginería mantuvo el patetismo expresivo del arte borgoñón y sobre todo en la grandilocuencia de los paños de sus esculturas heredado del escultor gótico Claus Sluter, junto a la influencia de Miguel Ángel. Sus figuras son de correcto modelado, opulentas, carnosas, de gran intensidad emocional y un marcado dinamismo en sus ropajes. Dicas característica han hecho que se le denomine como el padre de la escultura barroca española. Junto con Alonso Berruguete se le considera fundador de la escuela escultórica de Valladolid, que se extiende a lo largo del siglo XVI con estos y otros escultores, del siglo XVII, con Gregorio Fernández a la cabeza, y del siglo XVIII con Luis Salvador Carmona.