y volver al lote.
29 May 2024 12:08
MIGUEL GÜELLES (c. 1607-1637).
“La Virgen, Santa Ana y San Joaquín”.
Óleo sobre lienzo.
Posee informe expedido por Don Enrique Valdivieso.
Presentan faltas y repintes en la superficie pictórica.
Medidas: 251 x 180 cm.
Durante el barroco proliferaron numerosas imágenes de la Virgen, enriqueciendo así sus representaciones iconográficas. No es habitual este tipo de escena donde la Virgen se encuentra junto a sus dos padres, ya que la infancia de María se suele representar a través de su nacimiento o su presentación en el templo. En este caso destaca la ternura con la que el autor ha representado a los personajes, mostrando una escena intima donde unos padres mayores posan sus miradas atentas, sobre una pequeña María. A pesar de la inocencia del rostro de la Virgen, el artista introduce a sus pies la figura del demonio con la manzana del pecado original en su boca, además tanto san Joaquín, como santa Ana sostienen y ofrecen a la joven símbolos marianos, el libro y los lirios indicando así su destino y relevancia como reina de los cielos.
Estéticamente la calidad de las formas, el lenguaje veraz y naturalista a pesar de tratase de un tema de carácter divino y las tonalidades de la paleta de color recuerdan a la pintura de Miguel Güelles, pintor barroco de origen español, documentado en Perú para la realización de una serie dedicada al santo Domingo de Guzmán, actualmente conservados la mayoría de ellos en el convento de Nuestra Señora del Rosario en Lima. También está documentado que trabajó en Méjico hacia el 1619, aunque posteriormente regreso a España para trabajar en Huelva y Carmona. Es conocido también por su labor como examinador del oficio de pintor.