Urna cineraria. Imperio Romano Alto Imperial, s. I - II d.C.

Urna cineraria. Imperio Romano Alto Imperial, siglo I - II d.C.
Vidrio soplado.
Procedencia Colección privada europea.
Urnas similares han aparecido en Roma, Pompeya o Tréveris, y se conservan en museos como el Vaticano o el British Museum.
La pátina iridiscente no solo embellece la superficie: también es testimonio de su antigüedad y del entorno húmedo donde permaneció enterrada durante siglos. Su estado de conservación es extraordinario.
Medidas: 36.5 x 24 x 24 cm.

Esta urna cineraria romana en vidrio soplado, datada entre los siglos I y II d.C., es un notable ejemplo de la excelencia técnica alcanzada por los artesanos del Alto Imperio en el trabajo del vidrio. Esta pieza destaca tanto por su esbelta armonía formal como por el fascinante efecto iridiscente que hoy cubre su superficie, producto de la degradación del vidrio a lo largo de los siglos, y que confiere a la obra un aspecto casi etéreo, matizado en gamas de azul, verde y púrpura. El cuerpo, de forma globular y ligeramente apuntado hacia la base, se remata con un cuello troncocónico que se abre en una ancha embocadura de borde redondeado. Dos asas verticales simétricas, elegantemente aplicadas, conectan el hombro con el cuello. La urna se conserva íntegra, incluida su tapa original con forma de cono bajo y pomo superior, un rasgo excepcional.

Este tipo de recipiente funerario contenía las cenizas del difunto tras la cremación. Se usaba tanto en contextos privados como en columbarios urbanos del mundo romano. El uso del vidrio —más frágil que la cerámica o la piedra— aportaba un simbolismo especial: su transparencia sugería la apertura al mundo inmaterial, y su delicadeza contrastaba con la idea de permanencia del alma.

Las técnicas de soplado libre o en molde reflejan una transformación estética y tecnológica del período. La pureza de líneas y formas revela una sensibilidad imperial que valoraba la sobriedad y la perfección técnica.