Pablo Ruiz Picasso
Lote 35284833
PABLO PICASSO (Málaga, 1881 – Mougins, Francia, 1973).
“La misa”, ca.1896.
Óleo sobre cartón.
Firmado "P.R." en la esquina inferior izquierda.
Documentos: *Dossier con Análisis científico de pigmentación, espectroscopia y estudio artístico documental, que certifica su autenticidad, realizado en la Universidad Politécnica de Catalunya, emitido por ACTIO, UPC. *Artículo publicado en el Faro de Vigo (“Un Picasso inédito de 120 años ve la luz en Ourense”, 06-12-2015).
Procedencia: Colección privada, La Coruña, hasta 1964. Enrique Valenzuela Cervera y Luis Gutiérrez Cangas. Luis Vilallonga, Orense.
Buen estado de conservación, a pesar de los tenues craquelados.
Adjunta informe favorable de la reunión de la Dra. Concepción Chillón con Maya Picasso en el año 2013 a propósito de la obra.
Medidas: 23 x 32 cm.; 35 x 45 cm (marco).
“La misa”, ca.1896.
Óleo sobre cartón.
Firmado "P.R." en la esquina inferior izquierda.
Documentos: *Dossier con Análisis científico de pigmentación, espectroscopia y estudio artístico documental, que certifica su autenticidad, realizado en la Universidad Politécnica de Catalunya, emitido por ACTIO, UPC. *Artículo publicado en el Faro de Vigo (“Un Picasso inédito de 120 años ve la luz en Ourense”, 06-12-2015).
Procedencia: Colección privada, La Coruña, hasta 1964. Enrique Valenzuela Cervera y Luis Gutiérrez Cangas. Luis Vilallonga, Orense.
Buen estado de conservación, a pesar de los tenues craquelados.
Adjunta informe favorable de la reunión de la Dra. Concepción Chillón con Maya Picasso en el año 2013 a propósito de la obra.
Medidas: 23 x 32 cm.; 35 x 45 cm (marco).
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DESCRIPCIÓN
PABLO PICASSO (Málaga, 1881 – Mougins, Francia, 1973).
“La misa”, ca.1896.
Óleo sobre cartón.
Firmado "P.R." en la esquina inferior izquierda.
Documentos: *Dossier con Análisis científico de pigmentación, espectroscopia y estudio artístico documental, que certifica su autenticidad, realizado en la Universidad Politécnica de Catalunya, emitido por ACTIO, UPC. *Artículo publicado en el Faro de Vigo (“Un Picasso inédito de 120 años ve la luz en Ourense”, 06-12-2015).
Procedencia: Colección privada, La Coruña, hasta 1964. Enrique Valenzuela Cervera y Luis Gutiérrez Cangas. Luis Vilallonga, Orense.
Buen estado de conservación, a pesar de los tenues craquelados.
Adjunta informe favorable de la reunión de la Dra. Concepción Chillón con Maya Picasso en el año 2013 a propósito de la obra.
Medidas: 23 x 32 cm.; 35 x 45 cm (marco).
Estudios químicos, radiológicos, artísticos, históricos y caligráficos (dossier adjunto) han autenticado esta pintura. Fue un regalo con el que la familia Ruiz-Picasso obsequió a sus amigos y vecinos de la calle Payo Gómez, en La Coruña, donde vivieron entre 1891 y 1895. Picasso lo pintó estando ya en Barcelona (había ingresado en La Escuela de Bellas Artes), en 1896, pero la amistad entre ambas familias perduró en el tiempo. Es una obra a cuyo valor artístico se suma el valor documental, al pertenecer a una etapa del artista relativamente poco conocida. Picasso había ingresado en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona con trece años, gracias a sus privilegiadas dotes pictóricas. En sus años de estudiante firmaba con el apellido del padre o con las iniciales de “P.R.” (Pablo Ruiz), lo que junto con el lenguaje desenvuelto ya adquirido ayuda a fechar la obra (1989-1900). Los temas religiosos e históricos fueron frecuentes en la producción de Picasso en esos años, bajo la tutela de Antoni Caba (véase “Escena interior romana” y “Escena Religiosa”, ambas en el Museo Picasso de Barcelona). Pero fue en los formatos más pequeños, óleos sobre cartón como el que nos ocupa, como en “Bautismo” (Museo Picasso, 1895), donde encontramos tratado el tema religioso con mayor espontaneidad en trazo y osadía compositiva. En estilo y técnica se aleja ya de la influencia de sus maestros academicistas y también de la influencia del preciosismo de Fortuny, por entonces en boga. La escena muestra el oficio de una misa. Llama la atención que la misa se oficia de espaldas a los feligreses: así oficiadas las misas tridentinas y preconciliares (anteriores al Concilio Vaticano II). Monaguillos y frailes se arrodillan o inclinan sus cabezas con reverencia, dirigiendo sus cuerpos hacia la figura del párroco, quien ocupa el centro de la composición frente al altar. Aunque no le vemos el rostro, le imaginamos leyendo un pasaje de los Evangelios abiertos sobre el facistol. Detrás, el sagrario refulge por las velas encendidas de los candeleros. Éstos confieren un juego de contraluces que matiza los negros y enciende los blancos y dorados, bañando el interior con calidades íntimas, que nos dan una idea de recogimiento. Puede compararse esta obra con “La primera comunión” (1896), en la que también las figuras se repliegan en su propio interior ante la sacralidad del evento, dispuestos asimismo junto el altar. El genio picassiano, el pálpito rebelde, emerge en cada pincelada de esta composición de tema tradicional.
Creador del cubismo junto con Braque, Picasso supuso un punto de inflexión en la historia del arte. Está representado en los museos más importantes de todo el mundo, como el Metropolitan, el MOMA y el Guggenheim de Nueva York, el Hermitage de San Petersburgo, la National Gallery de Londres o el Reina Sofía de Madrid.
“La misa”, ca.1896.
Óleo sobre cartón.
Firmado "P.R." en la esquina inferior izquierda.
Documentos: *Dossier con Análisis científico de pigmentación, espectroscopia y estudio artístico documental, que certifica su autenticidad, realizado en la Universidad Politécnica de Catalunya, emitido por ACTIO, UPC. *Artículo publicado en el Faro de Vigo (“Un Picasso inédito de 120 años ve la luz en Ourense”, 06-12-2015).
Procedencia: Colección privada, La Coruña, hasta 1964. Enrique Valenzuela Cervera y Luis Gutiérrez Cangas. Luis Vilallonga, Orense.
Buen estado de conservación, a pesar de los tenues craquelados.
Adjunta informe favorable de la reunión de la Dra. Concepción Chillón con Maya Picasso en el año 2013 a propósito de la obra.
Medidas: 23 x 32 cm.; 35 x 45 cm (marco).
Estudios químicos, radiológicos, artísticos, históricos y caligráficos (dossier adjunto) han autenticado esta pintura. Fue un regalo con el que la familia Ruiz-Picasso obsequió a sus amigos y vecinos de la calle Payo Gómez, en La Coruña, donde vivieron entre 1891 y 1895. Picasso lo pintó estando ya en Barcelona (había ingresado en La Escuela de Bellas Artes), en 1896, pero la amistad entre ambas familias perduró en el tiempo. Es una obra a cuyo valor artístico se suma el valor documental, al pertenecer a una etapa del artista relativamente poco conocida. Picasso había ingresado en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona con trece años, gracias a sus privilegiadas dotes pictóricas. En sus años de estudiante firmaba con el apellido del padre o con las iniciales de “P.R.” (Pablo Ruiz), lo que junto con el lenguaje desenvuelto ya adquirido ayuda a fechar la obra (1989-1900). Los temas religiosos e históricos fueron frecuentes en la producción de Picasso en esos años, bajo la tutela de Antoni Caba (véase “Escena interior romana” y “Escena Religiosa”, ambas en el Museo Picasso de Barcelona). Pero fue en los formatos más pequeños, óleos sobre cartón como el que nos ocupa, como en “Bautismo” (Museo Picasso, 1895), donde encontramos tratado el tema religioso con mayor espontaneidad en trazo y osadía compositiva. En estilo y técnica se aleja ya de la influencia de sus maestros academicistas y también de la influencia del preciosismo de Fortuny, por entonces en boga. La escena muestra el oficio de una misa. Llama la atención que la misa se oficia de espaldas a los feligreses: así oficiadas las misas tridentinas y preconciliares (anteriores al Concilio Vaticano II). Monaguillos y frailes se arrodillan o inclinan sus cabezas con reverencia, dirigiendo sus cuerpos hacia la figura del párroco, quien ocupa el centro de la composición frente al altar. Aunque no le vemos el rostro, le imaginamos leyendo un pasaje de los Evangelios abiertos sobre el facistol. Detrás, el sagrario refulge por las velas encendidas de los candeleros. Éstos confieren un juego de contraluces que matiza los negros y enciende los blancos y dorados, bañando el interior con calidades íntimas, que nos dan una idea de recogimiento. Puede compararse esta obra con “La primera comunión” (1896), en la que también las figuras se repliegan en su propio interior ante la sacralidad del evento, dispuestos asimismo junto el altar. El genio picassiano, el pálpito rebelde, emerge en cada pincelada de esta composición de tema tradicional.
Creador del cubismo junto con Braque, Picasso supuso un punto de inflexión en la historia del arte. Está representado en los museos más importantes de todo el mundo, como el Metropolitan, el MOMA y el Guggenheim de Nueva York, el Hermitage de San Petersburgo, la National Gallery de Londres o el Reina Sofía de Madrid.
OBSERVACIONES
Buen estado de conservación, a pesar de los tenues craquelados.
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