Luis Gordillo

LUIS GORDILLO (Sevilla, 1934).
Sin título, 1996.
Técnica mixta sobre papel (x4).
Firmados y fechados en la zona inferior derecha.
Medidas: 24 x 22 cm (x4); 94,5 x 90,4 cm (marco).
Durante este periodo pictórico, Gordillo profundizó en el uso de la serialidad y la repetición como elementos estructurales de su lenguaje visual. La superposición de formas y planos se convirtió en un recurso habitual, permitiéndole construir composiciones donde lo espontáneo convivía con lo racional. En este periodo, su estética se caracterizaba por una tensión entre el gesto libre y la organización rigurosa, generando así imágenes cargadas de ritmo y connotaciones líricas.
Luis Gordillo es una de las principales figuras del arte abstracto en España. Contemporáneo de los informalistas españoles de los años cincuenta, Gordillo es sin embargo considerado el pionero de una de las tendencias más significativas de la España de los setenta, la figuración madrileña. En un primer momento estudió Derecho en su Sevilla natal, pero pronto dejará esta carrera para dedicarse a la pintura, matriculándose en la Escuela de Bellas Artes. En 1958 realiza un viaje a París, donde se interesará por la obra de Jean Fautrier y Jean Dubuffet. Por estos años sigue un camino estético vinculado con el Art Autre y Dau al Set, y celebra su primera exposición en la Sala de Información y Turismo de Sevilla (1959). Regresará de nuevo a París, y es entonces cuando su pintura se encamine de nuevo hacia la figuración, revelando influencias de Francis Bacon y del Pop estadounidense. Así, a principios de los sesenta sus series de Cabezas y Autmovilistas supondrán la primera incursión no mimética de un artista español en el Pop internacional. Por estos años, además, su obra se enriquece a raíz de sus incursiones en el psicoanálisis. Abandona entonces la pintura de forma temporal, y se dedica al dibujo automático, exponiendo los frutos de este trabajo en 1971 en Madrid. Esta exposición fue clave para toda una generación de artistas jóvenes, los que iniciarán la nueva figuración madrileña. Durante la década de los setenta Gordillo traspasa estos dibujos automáticos trazados a línea al lienzo, y los rellena de color. En los ochenta y los noventa su lenguaje continuará evolucionando, cristalizando en una pintura más fría tanto en lo cromático como en su desapego personal de los temas, situándose a medio camino entre la figuración anterior y las nuevas fórmulas de la abstracción posmoderna. De gran prestigio internacional, Gordillo ha sido distinguido con el Premio Nacional de Artes Plásticas (1981), la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (1996), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid (2004), el Premio Velázquez de Artes Plásticas (2007) y el Nacional de Grabado (2012). Asimismo, se le han dedicado importantes muestras como la antológica de obra gráfica celebrada en la Calcografía Nacional en 2012. A lo largo de su carrera ha expuesto individualmente por todo el mundo, y está actualmente representado en el Museo Reina Sofía de Madrid, MACBA de Barcelona, la Fundación Juan March, el ARTIUM de Vitoria, el Museo Patio Herreriano de Valladolid, la Fundación Gulbenkian de Lisboa, el Folkwag Museum de Alemania, etc.