Laureano Barrau

LAUREANO BARRAU BUÑOL (Barcelona, 1864 – Santa Eulària des Riu, Ibiza, 1957).
“Apuntes”, 1882.
Dibujo a lápiz sobre papel.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 29 x 19 cm.
Laureano Barrau nació en el seno de una familia burguesa, hijo de un ingeniero industrial y empresario. Inició su formación en la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, donde fue discípulo de Antonio Caba. Poco después realiza un viaje a Madrid para ampliar su formación con el estudio de los grandes maestros del Museo del Prado. En 1884 el Ayuntamiento de Barcelona le concede la pensión Fortuny para ampliar sus estudios en Roma durante tres años. Sin embargo, con el dinero de la bolsa de viaje Barrau se traslada a París, donde ingresó en la Academia de Bellas Artes, con Jean-Léon Gérôme como tutor. En 1885, ya en Roma, estudia a los maestros italianos y comienza a enviar a Barcelona las obras que le correspondían como pensionado. Desde 1887 expuso regularmente en la sala Parés de Barcelona, una de las más importantes galerías españolas del momento, y la más destacada de Cataluña. Ese año su cuadro “La rendición de Gerona” le valdrá un gran éxito de crítica y de público, ya que supone un tratamiento totalmente personal del género de la pintura de historia, más vibrante y emotiva. En paralelo, Barrau participará con frecuencia en exposiciones oficiales tanto a nivel nacional como internacional. En 1888 es galardonado con segunda medalla en la Exposición Internacional de Barcelona, y con un segundo premio en la Universal de Bruselas. Tres años más tarde, en 1891, recibe el título de socio del Salón de la Sociedad Nacional de Bellas Artes de París, y al año siguiente es galardonado con tercera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid por su obra “Escardadora”. En 1904 obtendrá segunda medalla en esta misma muestra, por “Taponeras del Ampurdán”. Asimismo, Barrau celebró numerosas exposiciones individuales y participó en colectivas en París, Barcelona, Madrid, Nueva York y Roma. En 1909 se instalará en Buenos Aires, donde su obra gozó del mismo éxito y reconocimiento que tenía en España y Europa, y tras regresar se instala en 1911 en Ibiza de forma definitiva. Sigue desde allí mostrando su obra tanto en España como en el extranjero, y en 1929 es nombrado “Societarie” de los Salones de París. La obra de Barrau parte de un lenguaje inicial ligado a su formación neoclásica, y evoluciona hasta alcanzar un nuevo concepto caracterizado por la luminosidad y las transparencias cromáticas. A día de hoy se considera que el trabajo que realizó en Santa Eulària des Riu (Ibiza), al final de su vida, compone lo mejor de su producción. Actualmente Laureano Barrau está representado en el Museo del Prado, el Museo Getty en California, los Museos de Arte Contemporáneo de Madrid y Barcelona, su casa-museo en Santa Eulària des Riu y en diversos museos de París, Buenos Aires, Montevideo y Río de Janeiro, así como en importantes colecciones privadas nacionales e internacionales.