Salvador Dalí

SALVADOR DALÍ I DOMÈNECH (Figueras, Girona, 1904 – 1989).
“Personnages”, c. 1958.
Grafito sobre papel vegetal.
Adjunta certificado expedido por Robert Descharnes y Nicolas R. Descharnes.
Medidas: 18 x 17 cm; 51 x 46 cm (marco).
Esta obra constituye un ejemplo revelador de la exploración que el artista realizó en torno a la dinámica del movimiento y la interacción de las figuras humanas. Ejecutado en grafito sobre papel vegetal, el trabajo presenta tres personajes que parecen participar de una danza. La composición adquiere una forma circular gracias a la disposición y el gesto de los cuerpos, que dirigen la mirada del espectador hacia un punto de convergencia visual.
En el centro se ubica una figura femenina que parece articular la escena, flanqueada por un hombre a la izquierda y otra mujer a la derecha. Los personajes carecen de rasgos identitarios precisos, lo que confiere a la escena un carácter arquetípico y atemporal. Sus formas, apenas esbozadas, sugieren un movimiento continuo más que una instantánea estática, evocando la idea de lo efímero y lo inacabado. En el plano superior se insinúan, mediante trazos breves y gestuales, elementos que remiten a un paisaje o un entorno natural apenas sugerido.
El tema de los danzantes tiene un lugar significativo en la producción daliniana, especialmente en el período de madurez. Dalí recurrió en varias ocasiones a la danza como metáfora de la vitalidad, del erotismo y del eterno retorno, relacionando el movimiento corporal con el fluir del inconsciente como se aprecia en su famosa escultura “Homenaje a Terpsícore, la musa de la danza” de 1977.
Pintor y escultor, Salvador Dalí fue uno de los máximos exponentes del movimiento surrealista. Debuta individualmente en 1925, en las Galerías Dalmau de Barcelona. En 1926, tras ser expulsado por indisciplina de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, marcha a París. Allí conoce al joven Picasso y, cuatro años más tarde, se adhiere al movimiento surrealista. La producción de Dalí en este periodo se basa en las teorías de Freud, aclamadas por Breton: representación de imágenes oníricas y objetos cotidianos en formas compositivas insospechadas y sorprendentes. Algunas de las características de su obra de este momento se convirtieron en distintivas de toda su obra posterior. Asimismo, absorbía las influencias de diversos estilos artísticos, desde el academicismo clásico hasta las vanguardias más rompedoras. Su trabajo influyó enormemente en el rumbo del surrealismo durante los años siguientes, siendo aclamado como creador del método paranoico-crítico, esencial combinación de lo real con lo imaginario. A raíz de su primera exposición individual en Nueva York, en 1934, su proyección internacional queda definitivamente consolidada. La mayor parte de su producción está reunida en el Teatro-Museo Dalí de Figueras, seguida por la colección del Salvador Dalí Museum de St. Petersbug (Florida), el Reina Sofía de Madrid, la Salvador Dalí Gallery de Pacific Palisades (California), el Espace Dalí de Montmartre (París) o el Dalí Universe de Londres.