Escuela italiana, s. XIX.

Escuela italiana, siglo XIX
"Grupo de cinco putti danzantes".
Mármol de Carrara.
Medidas:

Un grupo de cinco putti o amorcillos danzan y retozan en un prado. Portan copas de vino y racimos de uva; uno de ellos toca una flauta de pan y una pareja baila cogiéndose de las manos. Representan el séquito ebrio de Dionisos. Componen un conjunto rebosante de vida y picardía. Conforman un grupo escultórico de elevadísima calidad. Realizado en mármol de Carrara, el autor toma el tema báquico para alegorizar sobre el placer, la abundancia y la celebración de la vida. Nos recuerdan algunas de las mejores piezas de Auguste Moreau, pues también aquí el tallista alcanza un alto grado de naturalismo en la captación de la gracilidad infantil. Es una pieza que abreva de modelos neoclásicos pero que al mismo tiempo se embriaga de cierta cadencia romántica. Asimismo, cabe asociarlo, en tema y refinamiento, al estilo Luis XVI francés, que tendría una fuerte influencia en el arte decorativo de Italia en el siglo XIX, y se encuentra vinculado al clasicismo. Este estilo buscaba recuperar las formas y temas de la antigüedad grecorromana, caracterizados por la elegancia, el equilibrio y la sobriedad. En escultura, esto significaba una vuelta a la idealización del cuerpo, la simetría y la utilización de temas mitológicos o alegóricos que aludieran a los placeres refinados y a la naturaleza. Los putti, que son figuras infantiles desnudas, alegres y regordetas, fueron muy utilizados tanto en el Renacimiento como en el barroco, pero durante el neoclasicismo se les dio un carácter lúdico y ligero, apropiado para la decoración de interiores.