Gustavo Torner

GUSTAVO TORNER (Cuenca, 1925).
“Homenaje a Sempere”.
Seríagrafía sobre papel. Ejemplar 26/75.
Firmado, fechado y justificado.
Medidas: 64 x 54 cm; 80 x 70 cm (marco).
Pintor y escultor miembro de la llamada “escuela conquense” junto con Gerardo Rueda y Fernando Zóbel (la cual fue una de las primeras iniciativas para introducir en España las novedades del arte moderno y sus corrientes recientes en la década de 1960), Gustavo Torner se formó de manera autodidacta. Estudió Ingeniería Técnica Foresta, y sus dotes para el dibujo le hicieron recibir el encargo de la confección de unas láminas botánicas para “Flora forestal de España”, las cuales influirían en sus trabajos posteriores. En 1950 viaja por Francia e Italia, recibiendo también influencias de lo visto y aprendido en estos países; un año después se traslada a Cuenca, donde sigue su carrera de ingeniero. Es en este momento en que comienza su amistad con Antonio Saura, y empieza a pintar. En 1956 comienza a trabajar en un lenguaje puramente abstracto, dentro de la corriente informalista, en abierto contraste con sus primeras obras (“de naturaleza”). A mediados de los años 60, sus planteamientos artísticos alcanzaron una mayor complejidad con el objetivo del artista de logar mayor expresividad: la madera y el metal sustituyen al lienzo, y emplea una gran variedad de materiales; además, realiza instalaciones de gran sentido escenográfico. Entre 1971 y 1977 la mayoría de sus trabajos fueron esculturas: principalmente, obras de gran tamaño y formas geométricas simples (lo que no conlleva simplicidad técnica, sino más bien todo lo contrario), usando todo tipo de materiales y explorando con una gran variedad de texturas en los mismos.
Además de las bellas artes ha trabajado campos diversos como la escenografía, y también ha colaborado con el diseño de espacios tan significativos como algunas salas del Museo del Prado o el Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca. Actualmente está representado en dicho museo, así como en el Patio Herreriano de Valladolid, el MNCARS, el Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Juan March de Palma de Mallorca (Museo de Arte Español Contemporáneo) y otras colecciones, tanto públicas como privadas. Asimismo, es preciso hacer referencia a la conversión de la Iglesia de San Pablo en Cuenca, en 2005, en el “Espacio Torner”, con unas cuarenta esculturas y pinturas del artista en una exposición permanente.