Emile Charlet

EMILE CHARLET (Bélgica, 1851- 1910).
“Maternidad”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 65 x 46 cm.
Esta obra representa a una madre africana sentada junto a su hijo en el umbral de una puerta. Ante ellos, cuidadosamente dispuestas sobre el suelo, se observan frutas y verduras, lo que sugiere una escena cotidiana de venta ambulante. La madre, de rostro sereno y digna presencia, sostiene al niño con un gesto que transmite afecto y firmeza, mientras este observa el entorno con curiosidad y la mujer dirige su mirada al espectador. La composición se organiza en torno a una paleta cálida y terrosa, con acentos de color.
El tratamiento de la luz, que baña suavemente las figuras y acentúa los volúmenes, revela su madurez técnica y su interés por la interacción entre el entorno físico y la condición emocional de los personajes. Esta pintura se inscribe dentro de sus escenas de género.
Émile Charlet, fue un pintor belga cuya producción artística abarcó una notable variedad de géneros, incluyendo retratos, escenas de género, paisajes, representaciones de animales y naturalezas muertas. A lo largo de su trayectoria, su estilo pictórico evolucionó considerablemente; en las primeras décadas del siglo XX, adoptó un lenguaje más luminoso, próximo al luminismo e incluso al puntillismo.
Proveniente de una familia acomodada vinculada al comercio y la industria, Charlet su educación artística fue en la Real Academia de Bellas Artes de Bruselas y completó su aprendizaje en el taller del prestigioso pintor Jean-François Portaels, cuya influencia se percibe en su obra.
La carrera expositiva de Charlet se inició en el Salón de Gante en 1874, seguida de su participación en el Salón de Bruselas al año siguiente. Durante varias décadas exhibió sus obras en los principales salones trienales de Bélgica, así como en el Salón de París y en diversas muestras organizadas por el Círculo Artístico y Literario de Bruselas. A partir del año 1900, estableció su residencia y taller en la rue Paul Lauters en Ixelles, donde continuó trabajando de manera privada, aunque redujo su presencia pública después de 1910. No obstante, realizó una última exposición en 1926, poco antes de su fallecimiento.
El corpus pictórico de Charlet se caracteriza por una aproximación figurativa centrada en el realismo y la observación directa de la naturaleza y la vida cotidiana. Fue un pintor que practicó con frecuencia la pintura al aire libre, captando con agudeza tanto la anatomía humana como las variaciones atmosféricas. En el ámbito del retrato, la crítica reconoció ampliamente su destreza técnica y su capacidad para capturar con naturalidad el carácter de sus modelos.
Con el cambio de siglo, Charlet transformó progresivamente su estilo: su pincelada se volvió más libre y luminosa, y su paleta adquirió una claridad vaporosa con tonos plateados. En esta etapa, influido por el puntillismo, produjo obras de gran delicadeza atmosférica. Esta transición estilística le permitió consolidarse como un maestro de la luz y del color, capaz de conjugar la observación naturalista con un lenguaje plástico moderno.