Crucifixión; Italia, Sicilia, Trapani; s. XVII.

Crucifixión; Italia, Sicilia, Trapani; siglo XVII.
Plata esmaltada, coral, latón y base de metacrilato.
Presenta restauración en la zona de las piernas, faltas en la corona de espina y pérdida del titulus crucis.
Medidas: 43,5 x 23,5 cm; 70,5 x 32 cm (marco).
Esta pieza devocional, realizada en Trapani durante el siglo XVII, representa una Crucifixión de singular destreza técnica y expresiva. La cruz presenta un diseño sobrio en estructura pero suntuoso en decoración. El soporte está confeccionado en latón dorado, finamente grabado con motivos vegetales y rosetones simétricos, a los que se aplica esmalte azul translúcido, que dota al conjunto de una intensa profundidad cromática. Bordeando todo el perímetro del stipes y el patibulum se dispone una secuencia de pequeñas aplicaciones circulares de coral rojo, que acentúan la dimensión ornamental de la obra. El Cristo crucificado, tallado íntegramente en coral, se presenta con un tratamiento anatómico delicado, que conjuga la estilización de la figura con un pathos contenido, propio del lenguaje barroco siciliano. La textura pulida del coral, material tradicionalmente asociado al arte sacro en Trapani, confiere al cuerpo una luminosidad. A los pies del Crucificado se incluye también una calavera en coral, símbolo del Gólgota y de la redención a través de la muerte.
La cruz se remata en sus extremos con elaborados elementos de plata esmaltada en azul oscuro, calados y de inspiración vegetal, que aluden a la tradición decorativa barroca mediterránea. Estas ornamentaciones, de trazo sinuoso, equilibran la verticalidad de la composición y enfatizan su función devocional.
La ciudad de Trapani fue uno de los principales centros de producción de manufacturas de bienes de lujo durante el Barroco. Herederos de la tradición clásica y también influenciados por el mundo árabe crearon múltiples bienes de una calidad extrema con materiales especialmente finos. Destacaron en los trabajos del alabastro y el coral como es nuestro caso. La fragilidad del coral impide que puedan realizarse obras en un gran formato por lo que este material al ser tallado requiere de una destreza fundamental. Casi como abalorios las piezas del coral rojo se adosan sobre la superficie dorada de bronce entre los que se intercalan otras piezas más adornadas como los motivos vegetales entrelazados a candelieri de inspiración romana y la figura central que destaca sobre el conjunto siendo el tema del mismo.