Escuela valenciana; s. XIX.

Escuela valenciana; siglo XIX.
“Retrato femenino”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta roturas en el lienzo.
Medidas: 68 x 112 cm.
En esta pintura valenciana del siglo XIX, el espectador se encuentra frente a una escena que, aunque aparentemente sencilla, se convierte en un testimonio vívido del costumbrismo pictórico característico de la escuela valenciana decimonónica. El fondo dorado otorga a la escena un aire atemporal y simbólico, como si la figura retratada trascendiera su cotidianidad para convertirse en ícono de identidad cultural. Como protagonista una joven fallera aparece sentada de perfil, pero con el rostro girado hacia el espectador.
Ataviada con el tradicional vestido de fallera, meticulosamente detallado en sus bordados, encajes y joyería, la mujer sostiene con una mano una bandeja de horchata y fartons, y con la otra un fartón que parece ofrecer al espectador. Se trata de una representación idealizada pero llena de verosimilitud de las costumbres populares valencianas. La pintura, en su cuidada ejecución técnica, refleja el influjo de una estética realista que fue abrazada por la escuela valenciana bajo el impulso de artistas como Joaquín Agrasot o Bernardo Ferrándiz, quienes supieron conjugar la tradición académica con el estudio del natural y el interés etnográfico.
En este contexto, el costumbrismo no se reduce a la mera descripción pintoresca de tipos regionales, sino que se erige como una expresión visual del alma popular, de un universo cultural en vías de modernización que, sin embargo, se aferra a sus rituales cotidianos. La elección de la fallera como protagonista no es arbitraria: encarna la feminidad, la tradición y la celebración, es el eje de una identidad valenciana que se proyecta tanto en el ámbito privado como en el colectivo.