Miroslav Spadrna

MIROSLAV SPADRNA (República Checa, 1968)
"Otoño en la Alpujarra Almeriense" 2024.
Acrílico sobre lienzo.
Adjunta certificado de autenticidad.
Medidas: 90x 60 cm.

Miroslav Spadrna es un pintor checo, nacido en 1968 en ?eské Bud?jovice, República Checa. Antes de estudiar Bellas Artes, ya pintaba de forma autodidacta. A la edad de 25 años, su obra ya se vendía en Alemania, los Países Bajos y otros países europeos. A los 40, dejó la pintura comercial para sumergirse profundamente en su arte. Abandonó su casa y su vida anterior para hacer arte en la calle, más cerca de la pobreza, la soledad y la pasión. Este cambio transformó su estilo, pensamiento y técnica. A los 43 años, comenzó otra fase en su vida artística. Para Špadrna, el arte es un espacio de libertad absoluta, un lugar para encontrar la esencia de las cosas y los sentimientos más profundos del ser. Es donde la única medida del tiempo es el trazo del pincel. Crear o recrear la vida en un lienzo, en papel o en escultura es, para él, el acto más sublime. Sus reconocimientos incluyen el Premio de Artista Europeo en 2023 en Milán, Italia, y en 2021 fue nombrado Coordinador de Arte y Pintura en la República Checa. Sus exposiciones colectivas incluyen la Exposición Colectiva en Berja, Andalucía, España en 2023. Sus obras han recibido críticas positivas en España y han aparecido en publicaciones. En 1997, tuvo una residencia en Garachico, Islas Canarias, España. Spadrna es un artista reconocido y premiado que ha sido publicado en diversos medios de comunicación. Ha sido miembro de la Galería de Arte Visual Chicote, España, desde el 2 de abril de 2024. Su obra es vibrante y texturizada, encapsulando su profunda conexión con el arte como medio para expresar las profundidades de la experiencia humana.

En "Un viaje íntimo entre luz, naturaleza y esencia", Antonio Sánchez, director de art gallery escribe: "La obra de Miroslav oscila entre lo abstracto y lo figurativo, integrando la estructura visual con una carga emocional que permea cada cuadro. En un despliegue de técnica impresionista y expresionista, el artista explora la relación simbiótica entre el ser humano y la naturaleza, donde las formas, el color y las texturas se fusionan en una coreografía visual de gran intensidad. La paleta cromática es densa, jugando con una vibrante gama de azules, verdes y tierras, contrastados con acentos de rojos y naranjas intensos. Esta elección de colores no es aleatoria, sino que responde a un discurso poético en el que los tonos fríos sugieren serenidad e introspección, mientras que los colores cálidos actúan como contrapuntos visuales de energía y pasión. Los rojos en particular, con sus matices de carmín y bermellón, destacan en ciertas figuras y elementos naturales, sugiriendo tanto la vitalidad de la vida como la fugacidad de los momentos capturados en el lienzo. El artista emplea la textura como un elemento expresivo clave en la composición. La aplicación de capas gruesas de óleo y acrílico, rasgadas y superpuestas en diversas direcciones, otorga a cada obra una densidad visual que refleja la complejidad del mundo natural".