Escuela italiana, ca.1600.

Escuela italiana, ca.1600.
Obelisco.
Pórfido serpentino antico.
Medidas: 46 x 8 x 8 cm.

Realizada en pórfido serpentino antico (piedra venerada desde la Antigüedad por su densidad, su resistencia y la enigmática profundidad de sus vetas verdosas), esta singular escultura condensa en escala reducida la grandeza simbólica del obelisco, signo por excelencia de eternidad y triunfo.

La pieza se erige con la sobriedad y la majestad propia de los emblemas arquitectónicos concebidos para perdurar en la memoria de los siglos. Su planta cuadrada sirve de fundamento estable, evocando la solidez de lo inmutable. Sobre ella se alza una pirámide estilizada que reposa delicadamente sobre cuatro pequeñas esferas, detalle que introduce un matiz de ligereza, aludiendo quizá a la armonía cósmica y al dinamismo latente en lo aparentemente estático. Culmina el conjunto una esfera solitaria en la cúspide, símbolo de perfección universal y de la plenitud que corona el ascenso formal y espiritual.

El lenguaje estético del objeto, fechado en torno a 1600, revela la fascinación del Renacimiento tardío por las formas de la Antigüedad clásica, reinterpretadas con un rigor ornamental que combina severidad geométrica y sutil juego simbólico. La elección del pórfido serpentino no solo responde a la excelencia material y a la tradición romana de emplearlo en monumentos de carácter sacro o imperial, sino también a la voluntad de conferir a esta pequeña escultura la nobleza y la gravitas propias de un arte destinado a trascender el tiempo.