Escuela francesa del s. XIX del Grand Tour

Escuela francesa del siglo XIX del Grand Tour.
"Dionisos" y "Ménade".
Pareja de esculturas en bronce patinado.
Bases de mármol.
Medidas: 45 cm. y 37 cm. (altura).

Ambas figuras, de mediano formato, representan con extraordinaria delicadeza y energía el espíritu dionisíaco: la celebración del vino, la danza y el gozo vital. Una de ellas, ménade o bacante, escancia vino en una copa que sostiene en una mano, mientras con el otro brazo levanta una jarra. Su pose es ligera, casi de baile, con un elegante giro del torso y un ritmo ascendente que recorre todo el cuerpo. El torso desnudo y la diadema que adorna su cabeza evocan las representaciones clásicas de las ménades o acompañantes de Dionisos, figuras extáticas que encarnaban la sensualidad y la libertad del culto báquico.

La otra escultura, más ambigua en su representación, muestra a un joven o joven mujer de belleza andrógina, levantando un racimo de uvas con una mano y mirándolo con un gesto de éxtasis sereno. Su postura en contrapposto, con un pie apenas elevado y el cuerpo ligeramente curvado, transmite una sensación de movimiento contenido y armonía clásica. El paño que cubre discretamente el pubis y los cabellos coronados con racimos de vid refuerzan su identidad dionisíaca, mientras su ambigüedad sexual podría aludir directamente al propio Dionisos, dios del vino y de la transgresión de los límites entre lo masculino y lo femenino.

Estas esculturas son representativas del estilo del Grand Tour, corriente que, durante el siglo XIX, impulsó la creación de copias, reinterpretaciones y adaptaciones de la estatuaria grecorromana destinadas a coleccionistas cultos y viajeros europeos. En ellas se advierte el academicismo francés, con su atención al modelado anatómico preciso, la pulcritud de la superficie del bronce patinado y la búsqueda de un equilibrio entre naturalismo y idealización. La pareja de bronces combina la erudición clásica y la sensualidad refinada propias del gusto neoclásico tardío con la elegancia decorativa que seducía a los viajeros del Grand Tour: obras que evocan el esplendor de la Antigüedad, interpretadas con la sofisticación técnica y los gustos del siglo XIX.