Taller de Francesco Noletti, s. XVII

Escuela romana, s.XVII. Taller de FRANCESCO NOLETTI (La Valeta? c. 1611-Roma, 1654).
"Triunfo del mar".
Óleo sobre tela. Reentelado
Medidas: 110 x 178 cm.
En esta escena, protagonizada por tritones y nereidas, se ha desplegado una fértil imaginación que nos adentra en el reino de las criaturas míticas que surcaron la imaginación de los poetas de la Antigua Grecia. Cabe entroncar la pintura con los modelos barrocos instaurados por el pintor de escuela romana Francesco Noletti, llamado il Maltese. La obra ha sido identificada como procedente del taller de Noletti por el esplendor que asumen los bodegones que proliferan por doquier: peces de todos los tamaños, estrellas de mar, cangrejos, enormes mantas... rebosando de fuentes, desparramándose sobre la lujosa nave tallada con mascarones, colgando de cañas y lanzas... Brillos argénteos serpentean sobre los cuerpos escamados. La exuberancia plástica, la combinación surreal de elementos suntuosos o suculentos, los colores brillantes… fueron atributos de la pintura de Noletti. Aquí vemos avanzar la comitiva de fantásticos seres, progenie de Poseidón y Anfitrite. La llamada de los cuernos de aire en forma de caracolas pone al grupo en acción. Los torsos desnudos rematan con colas de pez, que dan coletazos haciendo batir el agua. Cada personaje ha sido caracterizado individualmente al tiempo que interactúa con el resto. A lo lejos, se aprecian territorios insulares envueltos en el enigma. Orografías de ensueño a tonos cerúleos tras las que se desdibuja el horizonte.
Francesco Noletti, llamado il Maltese fue un pintor barroco italiano, nacido como indica su sobrenombre, en Malta y especializado en la pintura de bodegones. Los bodegones de Noletti han estado atribuidos al llamado Francesco Fieravino o Fioravanti, confusa creación del siglo XVIII, hasta que, a comienzos de los años 2000, se descubrió su verdadera identidad a partir de un retrato anónimo conservado en la Fundación de Estudios Internacionales de La Valeta, en el edificio de la antigua universidad. De su biografía consta que hacia 1640 o algo antes se estableció en Roma, donde contrajo matrimonio y colaboró con Andrea Sacchi. Famoso ya en vida, fue elogiosamente citado, siempre por su sobrenombre, por Cornelis de Bie y Joachim von Sandrart y más tarde también por Joshua Reynolds, entre varios otros. A falta de obras firmadas, dos grabados publicados en 1703 por Jacobus Coelemans sobre pinturas del maltés, titulados Omnis salus in ferro est y Quaedam sensum instrumenta, han servido de base para fijar su estilo, en el que algunos elementos se repiten. Sus ricos bodegones se caracterizan por la presencia de alfombras turcas, tapicerías y cortinas cubriendo las mesas y repisas sobre las que reposan piezas de vajilla, flores y frutas caprichosamente dispuestas junto a algún objeto precioso, instrumentos musicales y cuadros o espejos enmarcados. Tres bodegones, identificados ya como obra de «il Maltese» por Alfonso E. Pérez Sánchez, se conservan en el Museo de Bellas Artes de Bilbao en el que ingresaron en la década de 1920 con atribuciones a Antonio de Pereda y a Pieter Boel.