Escuela española o italiana; s. XVII.

Escuela española o italiana; siglo XVII.
“El lazarillo de Tormes”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta faltas, perforaciones y daños provocados por xilófagos.
Medidas: 72 x 59 cm.
La pintura española del siglo XVII se caracteriza por su profunda conexión con la realidad social de la época, y esta obra que represente a El Lazarillo de Tormes robando al ciego, mientras mira directamente al espectador, se inscribe con fuerza en la tradición costumbrista y picaresca de la escuela española barroca. Esta hipotética escena, rica en contenido simbólico y social, encarnaría una síntesis excepcional entre literatura y pintura, capturando visualmente uno de los momentos más emblemáticos de la novela fundacional del género picaresco.
En la composición, el lazarillo aparece en primer plano, con el rostro vuelto hacia el espectador, estableciendo un vínculo visual directo que interpela y compromete a quien observa. Esta mirada cómplice refuerza el carácter moralmente ambiguo del personaje, que actúa con astucia para sobrevivir, en un mundo marcado por la miseria y la desigualdad.
Este momento pictórico trasciende la mera anécdota literaria para convertirse en una poderosa alegoría de la España del Siglo de Oro: una sociedad profundamente estratificada, donde la supervivencia cotidiana estaba mediada por la astucia y la necesidad. La representación del lazarillo como figura central revela la fascinación barroca por los márgenes sociales, por los personajes menores que, no obstante, portan una verdad profunda sobre la condición humana.
Desde el punto de vista estilístico, la obra se inscribiría en el naturalismo tenebrista característico de la escuela de pintura española del siglo XVII, con influencias claras de artistas como José de Ribera o Velázquez en sus primeras etapas. El tratamiento de la luz, dirigido a resaltar los rostros y las manos de los personajes, acentuaría la tensión dramática de la escena, mientras que los detalles del vestuario, los objetos y el entorno denotarían un riguroso interés por el costumbrismo y la fidelidad al ambiente cotidiano.