Seguidor de Paul Delaroche; s. XIX

Seguidor de PAUL DELAROCHE (París, 1797 – 1859); siglo XIX.
“La decapitación de Lady Grey”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas. 73,5 x 100,5 cm; 89 x 116 cm (marco).
Pintura historicista que representa la decapitación de Lady Jane Grey, realizada en un estilo que se inscribe en la tradición académica del siglo XIX que combinaba un meticuloso rigor histórico con una puesta en escena teatral cargada de pathos. Inspirada directamente por la célebre obra del propio Delaroche La ejecución de Lady Jane Grey (1833), esta interpretación mantiene la intensidad emocional y el preciosismo técnico característicos del maestro francés, reafirmando el ideal romántico de la historia como drama humano.
El realismo minucioso de los tejidos, las texturas y los pliegues de los vestidos está ejecutado con una fidelidad casi fotográfica, lo que refuerza la verosimilitud del momento representado. Los personajes secundarios —el verdugo con el hacha baja, el sacerdote con expresión grave, y los sirvientes conteniendo el llanto, se integran en una composición cuidadosamente equilibrada-
El estilo, profundamente influido por Delaroche, se manifiesta no solo en la fidelidad al contexto histórico y en la exactitud arqueológica de los detalles, sino también en la elección del instante representado: un momento de máxima tensión psicológica, anterior al acto mismo de la ejecución, que apela más al drama íntimo que al espectáculo de la violencia.
Hippolyte Delaroche, también conocido como Paul Delaroche, fue un pintor francés nacido en París en el seno de una familia acomodada. Desarrolló su formación artística como discípulo de Antoine-Jean y Baron Gros, destacados pintores de historia de la época. La primera obra que Delaroche expuso fue “Josabeth salvando a Joas” (1822), pintura que llamó la atención de Théodore Géricault y Eugène Delacroix, destacados maestros a los que le unirá desde entonces una gran amistad. Así, los tres formaron el núcleo de un nutrido grupo de pintores de historia parisinos. Delaroche visitó Italia en 1838 y 1843 cuando su suegro, Horace Vernet, era director de la Academia Francesa en Roma. Este pintor desarrolló un estilo caracterizado por un acabado firme, sólido y pulido, en un estilo acorde con las obras contemporáneas de Vernet, Ary Scheffer, Louis-Leopold Robert y Jean Auguste Dominique Ingres. Contó con un gran taller en la Rue Mazarine, donde se formaron entre otros los artistas británicos Henry Mark Anthony, paisajista, y Edward Armitage, pintor de historia. Sus obras, de impecable ejecución y dramáticas composiciones, gozaron de una gran popularidad. Aplicó esencialmente el mismo tratamiento para los personajes de escenas históricas de la antigüedad, de pasajes bíblicos e incluso para personajes de su tiempo, como en “Napoleón en Fontainebleau”, “Napoleón en Santa Elena” o “María Antonieta abandonando la Convención tras su sentencia”. No obstante, Delaroche también pintó escenas no puramente históricas, como “Cromwell levantando la tapa del ataúd para mirar el cuerpo de Carlos”, basada en una leyenda urbana; o “La ejecución de Lady Jane Grey”, ubicada en una mazmorra, algo erróneo desde el punto de vista histórico. De hecho, a menudo se preocupó más del efecto dramático que de la misma verdad histórica. En 1837 Delaroche recibió el encargo de realizar una gran pintura, de 27 metros de largo, en el hemiciclo del teatro de la Escuela de Bellas Artes. La pintura representa a setenta y cinco grandes artistas de todos los tiempos, conversando entre ellos, organizados en varios grupos en torno a tres tronos donde se sientan los creadores del Partenón: Fidias, Ictinus y Apeles, simbolizando la unión de escultura, arquitectura y pintura. Actualmente Delaroche está representado en el Museo Hermitage de San Petersburgo, el Louvre, la National Gallery, el Victoria & Albert y la Royal Collection en Londres, el Chi-Mei de Taiwán y el Wallraf-Richartz de Colonia, entre otros.