George Lilanga

GEORGE LILANGA (Tanzania, 1934 - 2005).
Sin título.
Acrílico sobre táblex.
Firmado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 124 x 246 cm.
Adjunta certificado de Hendrick Lilanga, hijo del artista.
Uno de los más famosos artistas africanos del siglo XX, George Lilanga nació en el pueblo de Kikwetu, al sur de Tanzania. Como la mayoría de los jóvenes Makonde, aprendió a tallar la madera en la tradición de su pueblo. Mostró sus obras por primera vez a los europeos que trabajaban en el campo de refugiados durante la guerra de independencia de Mozambique y, siguiendo sus consejos, en 1970 decidió trasladarse a Dar es Salaam, la ciudad más poblada de Tanzania, donde había mayores oportunidades para vender sus esculturas. Por estos años el artista entrará en contacto con los círculos artísticos de la escuela Tingatinga y en 1972, tras más de diez años dedicado exclusivamente a la talla en madera, decide centrar su carrera en la pintura. Tan sólo dos años después, en 1974, el Museo Nacional de Dar es Salaam presenta algunas de sus obras. En 1977 sale por primera vez de África y viaja a Nueva York, donde celebró una exposición en el Marycoll Ossing Center. Permaneció durante un breve periodo de tiempo en Manhattan, vendiendo grabados de su obra en la calle. Al año siguiente tomará parte en una exposición colectiva de artistas africanos realizada en Washington D.C., donde de las doscientas ochenta obras presentadas, alrededor de cien eran suyas. Se consideró que la obra de Lilanga ejerció una importante influencia en los jóvenes artistas del graffiti americanos del momento (Keith Haring declaró en una entrevista que su lenguaje estaba influenciado por la obra de Lilanga). En este momento se inicia una larga serie de exposiciones por todo el mundo, logrando un creciente éxito tanto en África como en Europa, Estados Unidos, India y Japón. A partir de los años ochenta Lilanga se dedicará casi exclusivamente a la pintura, representando sobre tableros de materiales baratos figuras y escenas protagonizadas por “shetani”, espíritus de la mitología del este de África que se presentan como figuras distorsionadas de hombres, mujeres o animales. A finales de los noventa se complicarán sus problemas de salud, sufriendo de diabetes y tensión alta, llegando incluso a perder una pierna por la gangrena. Lilanga murió en junio de 2005 en Dar es Salaam, en su casa taller del barrio de Mbagala.