Pluma estilográfica ANCORA Paua Mother ef Pearl, 1997.

Pluma estilográfica ANCORA Paua Mother ef Pearl, 1997.
Cuerpo en baquelita naranja y nácar. Detalles y ornamentación en dorado.
Edición limitada. Ejemplar 361/888.
Plumín en oro amarillo 18 kt. Punta M.
Tapa de rosca. Carga por émbolo.
No presenta caja. Sin uso. Buen estado de conservación.
Medidas: 14,20 cm. de longitud.

La casa Ancora, fundada en 1909 por Giuseppe Zanini en Sesto Calende, es reconocida como la marca de plumas más antigua de Italia. En sus inicios, el negocio se dedicaba a la venta de artículos de papelería, libros y juguetes. Fue en 1919 cuando Zanini registró oficialmente la empresa como "Primaria Fabbrica Penne Stilografiche Ancora" y comenzó a ensamblar estilográficas. Su emblema distintivo es una figura estampada que representa un ancla sosteniendo una pluma.

En sus primeras etapas, Ancora produjo modelos clásicos en ebonita negra, tanto de carga por cuentagotas como de seguridad. No fue sino hasta 1929 que la empresa fabricó por completo sus primeras plumas de producción propia.

Durante los años 30, bajo la dirección de Alfredo Zanini, hijo del fundador, la sede se trasladó a Arona. En esa época, Ancora lanzó una línea de estilográficas en celuloide con colores vibrantes y acabados variados. Ya en las décadas de 1950 y 1960, comenzó a fabricar plumas mediante moldeo por inyección, con plumines similares al famoso modelo “51” de Parker. Sin embargo, como muchas marcas tradicionales, Ancora se vio afectada por la popularización del bolígrafo. A pesar de sus intentos por atraer a un público más joven y masivo, la empresa cesó sus actividades en 1975.

El renacimiento llegó en 1997, cuando el señor Santini adquirió la marca y la relanzó en el mercado con un modelo que marcó su regreso: la “Paua”.

Tras años de silencio, Ancora apostó por un material noble y casi olvidado debido a su elevado costo: el nácar, también conocido como abulón o “mother of pearl”. La Paua es una obra maestra artesanal: el depósito, el capuchón y la sección están fabricados en ebonita, mientras que el cuerpo está revestido con delicadas tiras de nácar.

El proceso de elaboración es completamente manual y laborioso: más de treinta operaciones artesanales son necesarias para dar forma a cada pluma. Un artesano especializado selecciona cuidadosamente la concha para cada unidad, la limpia, la corta en pequeños fragmentos y moldea pacientemente sus curvas naturales. Las tiras, de aproximadamente 50 milímetros de largo, se reconstruyen a partir de infinitas astillas de pocos milímetros, ensambladas una a una. El resultado es un mosaico único y precioso, en el que se disponen las piezas más bellas de nácar sobre el cuerpo de ebonita roja de la pluma.

Gracias a este meticuloso trabajo y a la singularidad natural de cada concha, cada pluma Paua es una pieza única e irrepetible.