TOMÁS YEPES (Valencia, h. 1610-1674).
“Pareja de bodegones con membrillos”.
Óleo sobre lienzo. Reentelados (x2).
Obras expuestas en el Museo de Bellas Artes de Murcia.
Obras reproducidas en el catálogo "Maestros del Barroco español, Colección Granados, Obra Inédita. Museo de Bellas Artes de Murcia. 2020-2021. p. 94 y Gómez Frechina, J. Maestros del Barroco español. Museo de BB. AA. de Murcia, Murcia 2020, cat. nº 21 y 22 p. 88.
Presentan repintes y restauraciones sobre la superficie pictórica.
Medidas: 55 x 75,5 cm (x2); 71,5 x 91,5 cm (marcos, x2).
Siguiendo las palabras del estudio de Gómez Frechina “esta pareja de bodegones con frutas ofrece las características propias del pintor Tomás Yepes, con un gusto por la simetría en ambas composiciones, distribuyendo las frutas en el centro sobre sendas mesas con manteles azules y las típicas puntas de Italia en los bordes. Como en otros ejemplos de Yepes, las frutas aparecen con algunas ramas y hojas. Destaca la corporeidad conseguida en las frutas con un exquisito juego de luces y sombras y la importancia de las veladuras, no siempre conservadas, en la forma de componer y modelar del pintor valenciano.
Estos lienzos compañeros con frutas, quizá respondan a dos bodegones citados por Orellana en propiedad del Pare Ambrosi Esteve: "Uno, canasto de peras y el otro, de manzanas". Señala como nota el erudito que el realismo de las frutas engañó a la hija del pintor que iba a restaurarlos... Otra pareja de bodegones, firmados al dorso como Thomas Yepes y fechados en 1642, del Museo Nacional del Prado, anteriormente de la colección Naseiro, Frutero de Delft y dos floreros (67 x 96 cm; inv. P.7909) y Dos fruteros sobre una mesa (67 x 96 cm; inv. P.7910), presentan manteles con parecidos bordados. Otro tanto se advierte en el Bodegón de dulces y frutos secos (76,5 x 112 cm) y el Bodegón de postres y flores (76,5 x 112 cm) de Yepes en la colección Arango. El realismo y pericia de Yepes en captar de la realidad los objetos inanimados a veces próximos al trampantojo ya fue elogiado por el referido Orellana:"Y dixe (sic) en escritos, porque de otra forma, es bien trivial y frequentado (sic) su nombre con aplauso, y mismo conservo de su mano con estimación un canasto lleno de ubas (sic), cuyos granos, diáfanos y transparemtes, con sus pámpanos, pudieran engañar a las aves, como aquellas obras ubas (sic) tan celebradas por Zeuris (Biografia Pictorica Valentina o Vida de los pintores, arquitectos, escultores y grabadores valencianos, editado por Xavier de Salas, Valencia 1930 y 1967)”. La incorporación ahora de esta pareja de bodegones con frutas, al corpus pictórico de Yepes contribuye a un mayor conocimiento de la producción de uno de los bodegonistas más interesantes y versátiles del siglo XVII español”.
Tomás Yepes es considerado actualmente el bodegonista más destacado del barroco valenciano, y de hecho a él se debe el mayor interés por este género en el ámbito valenciano. Aunque nace hacia 1610, Yepes comenzó su producción artística en la segunda mitad del siglo, y continuó trabajando hasta los años setenta, aunque su pintura no presenta grandes cambios estilísticos a lo largo de su producción. En su obra se puede apreciar una búsqueda de la geometría y simetría a través de la composición de las flores, las cuales sitúa disponiéndolas de forma radial, a la manera del primer barroco español, tal y como vemos en este lienzo. Su lenguaje estético se caracteriza por varios rasgos que podemos observar en esta obra. Entre los que destacan la importancia del naturalismo, técnica detallista y precisa especialmente visible en las calidades de los objetos, gama cromática principalmente cálida, típicamente valenciana; influencia del bodegón napolitano en los brillos y la suntuosidad de algunos elementos y cierto carácter tenebrista en la iluminación. Respecto a los datos biográficos que aluden a Tomás Yepes no existe una extensa bibliografía que pueda establecer toda su trayectoria artística. Se conoce que obras suyas fueron firmadas entre 1642 y 1674, año de su muerte. Actualmente sus obras se conservan en diferentes colecciones privadas y en relevantes centros artísticos entre los que destacan el Museo del Prado, el de Bellas Artes de Valencia y el Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, entre otras colecciones tanto públicas como privadas.