DESCRIPCIÓN
MARIANO RODRÍGUEZ (La Habana, Cuba, 1912-1990).
"Gallo", 1972.
Técnica mixta sobre cartón.
Firmado y fechado en el ángulo inferior derecho.
Medidas: 71 x 56 cm; 105 x 83 cm (marco).
A partir de la década de los 40, el artista cubano Mariano Rodríguez dedicó gran parte de su producción a la representación de gallos, animal propio de los campos de su país natal. La simbología de sus gallos coincide con las diferentes etapas del artista, y más concretamente, con el periodo en el que Rodríguez conoció el éxito y la gloria. Se puede percibir a través de esta obra, la admiración y el respecto que muestra el artista para este animal, símbolo de virilidad en muchas culturas. En sus obras, el gallo es trabajado con gran esbeltez, utilizando colores vivos y formas matizadas, elevando su figura en altura, posición que acentúa la imagen de poder y de autoridad de este símbolo. Tras su obra “Gallo amarillo”, con el que ganó el premio en el VIII Salón Nacional de Pintura y Escultura, vendrían otros que aunque diferentes se distinguían todos por el criollismo de su estética. La obra “Gallo pintado”, la presenta en la exposición de Arte Cubano Contemporáneo en el Capitolio. Ya para 1947 pinta su cuadro “Gallo”, donde el color negro y los tonos más vivos prevalecen, a diferencia de sus gallos anteriores y en 1953 abre una exposición llamada “Los gallos de Mariano”.
Pintor autodidacta, Mariano Rodríguez se inició a muy pronta edad en el mundo del arte. En 1930 inicia su carrera artística para, en el año 1936, viajar a México, lugar donde se impregnará de sus primeras influencias artísticas. Rodríguez comienza a utilizar entonces colores que recordaban el ambiente tropical: verde, color tierra y ocres con los que definía figuras con fuertes rasgos, pareciendo extenderse más allá del límite bidimensional del cuadro. Ya en la década de los 40, empezó un periodo expresionista, inspirándose sobre todo de Picasso y de Matisse. Fue en aquella época, a partir de 1941, que comenzó su serie de “gallos”. También dedicó otras series en torno a campesinos, mujeres, paisajes y naturaleza muerta. Más tarde, mostró otro giro en su carrera artística, empleando colores más oscuros y alejándose de la figuración. Entre 1962 y 1963, relató a través de sus pinturas, la historia contemporánea de Cuba, particularmente la Revolución. Sus temas son variados, pero su obra muestra una predilección por el universo femenino, con una fuerte connotación sexual. Mariano Rodríguez falleció en 1990 en La Habana.