“Mater Dei”. Limoges, ca. 1700

“Mater Dei”. Limoges, ca. 1700.
Esmalte sobre cobre.
Presenta algunas pérdidas.
Firmado con iniciales (I.L.) en el ángulo inferior derecho y en el reverso. Estas iniciales pueden vincularse al maestro esmaltador Jacques Laudin (1627-1695) conocido como Jacques I para distinguirlo de su sobrino Jacques II, quien heredó su taller en Limoges.
Medidas: 10 x 8 cm; 24 x 21.5 x 4 cm (marco).

Limoges, en el centro de Francia, fue famosa por la producción de esmaltes champlevé desde finales del siglo XII hasta que la ciudad fue destruida por el Príncipe Negro en 1370. La industria del esmalte comenzó a resurgir aproximadamente un siglo después, pero la técnica de los esmaltes pintados producidos desde la década de 1460/70 era bastante diferente de los trabajos medievales anteriores.

El cobre, probablemente proveniente de minas españolas, se martillaba hasta formar láminas delgadas. Una placa como esta habría sido martillada hasta obtener una forma ligeramente convexa y recubierta con esmalte (una mezcla de vidrio pulverizado conocida como flux y óxidos metálicos) tanto por el frente como por el reverso. El recubrimiento posterior, conocido como contraesmalte, era necesario para retardar la oxidación del cobre y equilibrar la tasa de expansión y contracción de la pieza, lo que ayudaba a evitar que la valiosa pintura del frente se agrietara en el horno. El diseño se delineaba sobre el color de fondo oscuro y luego la imagen se construía con pincel y espátula, añadiendo distintos colores de esmalte en secuencia según su punto de fusión. Así, la pieza podía ser horneada ocho o nueve veces, trabajando desde el color que requería la temperatura más alta hasta llegar al dorado al final. Se necesitaba una gran habilidad, perfeccionada mediante una cuidadosa experimentación, para obtener el color y el tono correctos y una consistencia adecuada y uniforme del polvo de esmalte.

El resultado, tras mucho tiempo y esfuerzo, debía estar lo más libre posible de burbujas, defectos, motas de suciedad y grietas. Una placa bien ejecutada habría sido un artículo de lujo y probablemente realizado por encargo.