“Stummel”; Suiza, c. 1850.

“Stummel”; Suiza, c. 1850.
Porcelana esmaltada y dorada.
Medidas: 10 x 3 x 2 cm.
Cazoleta para tabaco realizada en porcelana esmaltada y dorada. La pieza presenta ornamentación que representa la muerte del suizo Arnold von Winkelried en la batalla de Sempach. Según la leyenda, al principio los suizos no pudieron romper las estrechas filas de los piqueros de los Habsburgo. Winkelried gritó: «Abriré un paso en la línea; proteged, queridos compatriotas y confederados, a mi mujer y a mis hijos...». Entonces se lanzó sobre las picas austriacas, derribando a algunas de ellas con su cuerpo. Esto rompió el frente austriaco y abrió una brecha por la que los suizos pudieron atacar.
La forma más famosa de la pipa de porcelana para tabaco es el llamado stummel, una cazoleta ovalada con un talón abombado y una boquilla corta. La forma se copió de la pipa de arcilla Gouda, pero el montaje es completamente diferente, ya que no es posible una boquilla larga de porcelana. Por lo tanto, estas pipas se colocaban en una cámara de humedad de cuerno de búfalo o porcelana y luego se montaban con una boquilla vertical de madera o cuerno.
El stummel es muy adecuado para la pintura y es asombroso el nivel de desarrollo que ha alcanzado la pintura sobre porcelana. Desde su creación en 1780, se crearon meticulosas pinturas, todas a mano. Los temas incluyen retratos, representaciones galantes, topografía y escenas históricas. La fábrica de Meissen parece ser la pionera en la creación de estas cazoletas pintadas, caracterizadas por interminables mechones aplicados con un pincel fino. En la Königliche Porzellan Manufaktur de Berlín, la pintura se realizó con un realismo aún más realista, dando como resultado impresionantes pinturas en miniatura sobre cazoletas. Para realzar el efecto de una pintura real, las imágenes se enmarcaban con pan de oro. Se utilizaron grabados contemporáneos como ejemplo para pintar temas de actualidad que atrajeran al consumidor de la época. Dado que los pintores trabajaban a partir de las estampas, a menudo vemos que los colores de las escenas difieren completamente.
La pipa era tan común que en muchos círculos era costumbre regalar una cazoleta. En los ejemplos más apreciados, el tema de la pintura coincidía con el interés del destinatario. En el reverso se leían a menudo los nombres del donante y del receptor. Especialmente para los estudiantes, era común pintar un escudo familiar como regalo de pipa.