Pareja de candeleros Imperio; Rusia, c. 1820.

Pareja de candeleros Imperio; Rusia, c. 1820.
Bronce.
Reproducidos en; Igor Sychev., “Lámparas rusas de la época del clasicismo 1760-1830”, P.V.B.R. San Petersburgo, 2003. pág. 191. I. 968.
Medidas: 36 x 14,5 cm (x2).
Esta pareja de candeleros pertenece al estilo Imperio de las primeras décadas del siglo XIX, un lenguaje artístico que, inspirado en los modelos franceses del período napoleónico, alcanzó en Rusia una interpretación de gran suntuosidad y rigor técnico. Ejecutadas en bronce dorado, estas piezas revelan la maestría de los talleres rusos, especialmente los de San Petersburgo, donde el arte del bronce alcanzó un nivel de excelencia comparable al de los más reputados orfebres parisinos, como Thomire o Galle.
Las piezas presentan una estructura equilibrada y monumental, propia del vocabulario clásico reinterpretado bajo el Imperio. El fuste, elegantemente estriado en espiral, se erige sobre una esfera sostenida por garras de león estilizadas, elemento recurrente en el repertorio simbólico neoclásico asociado a la fuerza y la nobleza. En la parte superior, bajo el portavelas cilíndrico, aparecen delicados relieves con cabezas caprinas, integradas con precisión en la arquitectura del diseño.
La base circular está decorada con una guirnalda de hojas de acanto y veneras, motivos que remiten a la tradición grecorromana pero tratados con la austeridad y el refinamiento característicos del gusto Imperio. La superficie finamente bruñida y dorada confiere a los candeleros un resplandor cálido y uniforme.
El conjunto encarna la síntesis entre la monumentalidad francesa y la sobriedad solemne del clasicismo ruso, una fusión que se manifestó con especial fuerza en la época de los zares Alejandro I y Nicolás I. Durante este período, el Imperio ruso adoptó el lenguaje decorativo francés como emblema de poder y modernidad, adaptándolo a un contexto cortesano que privilegiaba la magnificencia y el orden.
Estos candeleros, probablemente destinados a un interior palaciego o a un salón ceremonial, son testimonio de la extraordinaria calidad técnica y artística de la broncería rusa de principios del siglo XIX. En ellos se aprecia no solo la influencia de la escuela parisina, sino también la consolidación de una identidad propia.