Yoshitomo Nara

YOSHITOMO NARA (Japón, 1959)
“Marching on a butterbur leaf”, 2019.
Litografía offset.
Edición de 1000 ejemplares.
Medidas: 61 x 47,7 cm.
Yoshitomo se ha convertido en un artista de culto, y sus obras son reclamadas por las galerías más prestigiosas. En una subasta en Christie’s su pintura “Sé feliz” alcanzó 36.000 dólares. El secreto de su popularidad parece residir en que amalgama frialdad y ternura, violencia e inocencia, perversidad y estética naïff. Bebe de múltiples lenguajes: el graffiti, el anime, el arte punk, el cómic… Actualmente vive en Tokio y ha hecho exposiciones en muchas partes del mundo. Se licenció en Bellas Artes en la Universidad de Aichi en 1985, consiguiendo un máster en esta misma universidad al cabo de dos años. Entre 1988 y 1993 estudió en la Kunstakademie de Düsseldorf. Nara surgió del movimiento pop art japonés de los años noventa. Sus obras son belicosas y sencillas a la par. En ellas llega a representar niños o animales que llevan armas y mantienen una mirada inquisitiva, pero para Nara sus creaciones no son en absoluto agresivas. Nara fue educado tras la Segunda Guerra Mundial y es portavoz de una generación que se refugia tras la estética naïve o kawaii para demostrar su desacuerdo con la sociedad japonesa tradicional. “Angry face” pertenece a una etapa temprana de su producción. En 1987 recién había terminado su posgrado en arte y su fuente de inspiración se situaba en el arte occidental más que en el japonés: la irreverencia de Basquiat y la espontaneidad del graffiti americano, así como el desgarro del expresionismo alemán parecen ser sus modelos. La voluntad de dar rienda suelta a la incertidumbre existencial propia de la juventud se revela en el primitivismo de la pincelada, en el grosor del trazo, en la hondura de la mirada pétrea, en el rostro desencajado y animalizado. Ya se revela una necesidad imperiosa de forjarse un lenguaje propio, que derivará en el desfile de niñas de perversas niñas de ojos grandes.