Jerónimo de la Portilla

JERONIMO DE LA PORTILLA (México, activo hacia 1680). Siguiendo modelos de PETER PAUL RUBENS (Siegen, Alemania, 1577 – Amberes, Bélgica, 1640).
“El Triunfo de la Iglesia”.
Óleo sobre lienzo.
Firmado en la zona inferior izquierda.
Medidas: 58,5 x 83,5 cm.

Esta obra es una copia del cartón para tapiz pintado por Rubens hacia 1625, un óleo sobre tabla de 63,5 x 105 cm actualmente conservado en el Museo del Prado. Se trata de una de las obras que realizó el maestro por encargo de la archiduquesa Isabel Clara Eugenia, una serie de diecisiete tapices destinados al Monasterio de las Descalzas de Madrid. Jerónimo de la Portilla cambia tan sólo el cromatismo y elementos anecdóticos, siendo de ellos el más notable la eliminación del marco arquitectónico de la composición de Rubens. Además, coloca en la parte superior una filacteria que subraya el significado de la escena representada, con la leyenda “Per S.S. Sacramentum Miraculosum Triumphans”.

Esta serie de Rubens se compone de imágenes alegóricas destinadas a exaltar el sacramento de la Eucaristía y la fe católica contra la herejía, en el contexto de la Contrarreforma. Los tapices fueron tejidos en Bruselas en el taller de Jan II Raes entre 1627 y 1637. “El triunfo de la Iglesia” es probablemente uno de los temas centrales del conjunto, ya que el tapiz resultante es el de mayores dimensiones de cuantos se conservan, y es además el que presenta mayor complejidad temática y compositiva. La escena es un cortejo triunfal inspirado en los desfiles de los emperadores romanos. Una cuadriga de caballos blancos introduce la composición por la izquierda, precedida por varias mujeres. En el aire, espíritus angélicos tocan trompetas, uno de ellos portando una corona de laurel y una palma. Montado sobre uno de los caballos, un ángel mancebo porta el conopeo, sobre el que se muestran las llaves de oro y plata de los papas. Tras él, un querubín lleva las riendas del carro, mientras sobre él vuela la paloma del Espíritu Santo entre glorias de ángeles y resplandores. Sobre el carro, de oro y adornado con gemas, una matrona ricamente vestida sostiene una gran custodia con la Eucaristía. Un ángel sostiene sobre su cabeza la tiara papal, indicando que representa a la Iglesia Católica. El carro, en su avance triunfal, arrolla a unas figuras oscuras que asoman entre las ruedas: la Furia, la Discordia y el Odio. Cierran la composición en el lado derecho dos rudas figuras masculinas, la Ceguera y la Ignorancia, ambas dominadas y reconducidas por la Verdad, personificada por una mujer que sostiene un candil encendido en lo alto.

Pintor activo en Puebla en torno a 1680, Jerónimo de la Portilla fue uno de los pocos artistas tlaxcaltecas cuyas obras fueron reconocidas. No obstante, poco se conoce a día de hoy sobre su biografía, tan sólo los datos aportados por Pérez Salazar: “el 31 de junio de 1689 se casó en Puebla, Jerónimo de la Portilla, originario de Tlaxcala, pintor, hijo de Juan de la Portilla y Micaela Lovato, con Micaela López de Galarza”. Actualmente se conservan dos obras suyas, “Crucifixión” y “El encuentro con las santas mujeres” en el Museo Universitario Casa de los Muñecos de Puebla (México).