Escuela inglesa; finales del s. XVII.

Escuela inglesa; finales del siglo XVII.
“Caballero orden de la Jarretera”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Medidas: 90 x 71,5 cm.
Retrato de caballero que presenta el busto de un hombre maduro ataviado con peluca. El hombre, como es habitual en la retratística de la época, se inscribe sobre un fondo neutro de tonalidad oscura sobre la que destaca la vestimenta y la faz nívea con mejillas rosadas del protagonista. Son estos toques de blanco los que convierten el rostro en el foco principal de la iluminación de la pieza. Un recurso mediante el cual el autor realza la corporeidad de la figura, que queda monumentalizada con la oscuridad y el volumen de la propia peluca.
La posición del cuerpo, erguida y con la espalda recta, conjuga un regio con un aire de distinguida autoridad, a lo que se suma el emblema de la orden de la Jarretera que pende del cuello. La más antigua y prestigiosa orden de caballería del Reino Unido, fundada en 1348 por el rey Eduardo III. Su lema, Honi soit qui mal y pense ("Que se avergüence quien de esto piense mal"), refleja un ideal de honor y fidelidad. Está dedicada a San Jorge y compuesta por el monarca, el Príncipe de Gales y un número limitado de caballeros elegidos por méritos excepcionales.
La composición muestra una gran destreza del dibujo, que gana protagonismo, respecto al color. Ejemplo de ello es el uso de una paleta mesurada, sin grandes estridencias, en la cual el autor ha buscado el equilibrio entre las diferentes tonalidades. Otro rasgo común, propio de los retratos de esta época, y que se refleja en esta obra en concreto, es el interés por captar la realidad, reflejando de manera veraz los rasgos del protagonista, pero sin dejar de un lado la idealización, por lo que vemos una efigie con formas suaves, redondeadas, y amables. El hombre se encuentra vestido a la moda y las calidades de las telas quedan fielmente retratadas por el artista.