Escuela holandesa; s. XVII.
“Aguadora”.
Óleo sobre tabla de roble.
Posee marco de la segunda mitad del siglo XIX.
Medidas: 37 x 49 cm; 49 x 63 cm (marco).
Abrir subasta en vivo
DESCRIPCIÓN
Escuela holandesa; siglo XVII.
“Aguadora”.
Óleo sobre tabla de roble.
Posee marco de la segunda mitad del siglo XIX.
Medidas: 37 x 49 cm; 49 x 63 cm (marco).
Esta pintura de la escuela holandesa del siglo XVII presenta un paisaje bañado en tonos dorados, donde la luz juega un papel protagonista al envolver la escena en una atmósfera cálida y serena. La composición se organiza con un horizonte amplio, donde el rio y la vegetación se funden con un cielo suavemente iluminado por los efectos del sol, posiblemente en el amanecer o el atardecer. En la zona izquierda de la obra, apenas esbozada, se percibe la figura de una mujer, cuya presencia añade un sutil matiz narrativo al paisaje, sugiriendo una historia oculta o un elemento de contemplación dentro de la vastedad de la naturaleza.
El género del paisaje adquirió una gran importancia en la pintura holandesa del siglo XVII, reflejando el profundo interés de los artistas por capturar la belleza de su entorno natural. A diferencia de las tradiciones italianas o flamencas, donde el paisaje servía a menudo como telón de fondo para escenas mitológicas o religiosas, en los Países Bajos el paisaje se convirtió en un motivo independiente, celebrando la identidad nacional y el dominio del hombre sobre su territorio.
La calidad pictórica de la escuela holandesa se manifiesta en el tratamiento de la luz y el color, elementos fundamentales en esta obra. Los tonos dorados, aplicados con delicadeza y precisión, crean una sensación de profundidad y realismo, mientras que la pincelada sutil aporta una textura casi tangible a los campos y al cielo. Esta meticulosa observación de la naturaleza y el manejo magistral de la atmósfera fueron característicos de artistas como Jacob van Ruisdael o Aelbert Cuyp, quienes elevaron el paisaje a un género de gran prestigio dentro de la pintura del Siglo de Oro holandés.
En este contexto, la presencia de la figura femenina, aunque secundaria dentro de la composición, puede interpretarse como un recurso que enfatiza la escala del paisaje y su inmensidad, o como una alusión a la relación armoniosa entre el ser humano y su entorno. Así, esta pintura no solo representa un paisaje, sino que evoca una experiencia sensorial y emocional, testimonio del alto nivel artístico alcanzado por la escuela holandesa del siglo XVII.
AYUDA
Teléfono para consultas
932 463 241
Si el vendedor acepta su oferta se lo comunicaremos inmediatamente enviándole un presupuesto a medida. Para realizar una oferta ha de estar previamente conectado como USUARIO.
Newsletter
¿Desea recibir nuestro boletín?
Setdart envía, semanalmente y vía e-mail, un boletín con las novedades más destacadas.
Si todavía no ha solicitado la recepción de nuestro boletín, puede hacerlo rellenando el siguiente formulario.