Escuela novohispana; s. XVIII.

Escuela novohispana; siglo XVIII.
"San Felipe Neri y San Juan Nepomuceno".
Óleos sobre tablas, pintadas y bordadas con hilos metálicos pegados a tabla.
Firmado al dorso Pascuala García.
Medidas:18,5 x 14 cm (x2); 27 x 22 cm (marcos, x2).
Retratos bordados sobre soporte textil, correspondientes a la tradición artística novohispana del siglo XVIII. Representan a dos santos de la Contrarreforma: San Felipe Neri (izquierda) y San Juan Nepomuceno (derecha), figuras cuya iconografía fue especialmente difundida en los espacios de devoción privada y conventual del virreinato de la Nueva España.
La imagen de la izquierda muestra a San Felipe Neri, fundador del Oratorio y uno de los grandes reformadores espirituales de la Roma del siglo XVI. Está representado con su tradicional vestimenta litúrgica blanca, bordada con hilos dorados que emulan el resplandor de su santidad. Su mirada se eleva al cielo en gesto de arrobamiento místico, mientras su mano derecha señala su corazón ,símbolo del “fuego del amor divino” que lo consumía y en la izquierda sostiene un ramo de azucenas, atributo que alude a la pureza. Detrás de él, un fondo radiante de hilos dorados en forma de rayos refuerza la sacralidad del personaje y el carácter celestial de su experiencia espiritual.
La imagen de la derecha representa a San Juan Nepomuceno, mártir checo del siglo XIV, conocido como el “confesor del sigilo”. Viste una capa de armiño símbolo de dignidad canónica y porta en sus manos un crucifijo al que se acerca con ternura, en un gesto que simboliza su unión íntima con el sacrificio de Cristo. Su rostro, sereno y melancólico, transmite recogimiento interior y el compromiso con el silencio sacramental que lo llevó al martirio. El fondo también está constituido por rayos dorados bordados que destacan su carácter sagrado.
EL arte devocional bordado, fue una práctica artesanal de altísima calidad cultivada en los conventos femeninos y talleres eclesiásticos de la Nueva España.