Fernando Viscaí

FERNANDO VISCAÍ ALBERT, (Valencia, 1879 – Ibiza, 1936).
“Niños en la playa”.
Óleo sobre lienzo.
Presenta leves faltas en el marco.
Medidas: 55 x 60 cm; 73 x 77 cm (marco).
En esta obra de Fernando Viscaí Albert se representa una escena costumbrista luminosa y tierna en la que dos niños juegan en la playa con un pequeño barco de juguete, intentando hacerlo flotar en las aguas tranquilas de la orilla. La composición remite de manera evidente a la influencia de Joaquín Sorolla, tanto en la temática como en el tratamiento de la luz y el color. En el centro de la escena, dos niños desnudos se agachan sobre la arena húmeda mientras manipulan cuidadosamente un barquito de madera. Sus expresiones y posturas revelan concentración y complicidad. El entorno costero está bañado por una luz mediterránea intensa que se refleja en el agua y sobre las figuras, generando reflejos y sombras suaves que capturan la atmósfera efímera de un instante infantil.
El mar, de un azul claro matizado con reflejos blancos y verdosos, ocupa el fondo y se funde con un cielo abierto, mientras que la arena, salpicada de huellas y juegos de luz, actúa como base cálida y terrosa de la composición. El trazo es suelto pero preciso, con pinceladas empastadas que aportan vitalidad al agua y a la textura del entorno. La gama cromática es clara, dominada por tonos pastel, blancos, ocres y azules, en un estilo que busca capturar la vibración lumínica del instante más que el detalle minucioso.
Pintor, escultor y arquitecto, Fernando Viscaí fue discípulo predilecto y gran amigo de Joaquín Sorolla, y gozó de celebridad en su época especialmente por sus exposiciones de retratos y paisajes de París y de la localidad ibicenca de Santa Eulàlia. Asimismo, el éxito le acompañó también en su participación en la Exposición Internacional de Barcelona de 1929, donde mostró su “Monumento a la raza”, que fue erigido frente al Palacio de Pedralbes. Viscaí desarrolló su formación en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de Valencia, y en 1903 obtuvo, junto a José Pinazo, la pensión de la Diputación de Valencia para ampliar su formación. Aconsejada por Sorolla, la Diputación adquirió el cuadro que Viscaí había presentado para el concurso. Abordó diversas temáticas, centrándose principalmente en el retrato, el paisaje y la temática costumbrista, y acudió a las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, siendo galardonado con mención honorífica en 1902. También expuso individualmente en la Sala Parés de Barcelona (1912), cuyo éxito le animó a trasladarse a París. Allí participaría en el Salón de los Artistas Franceses entre 1912 y 1914, y mandó también obras a la Exposición Internacional de Brighton, Inglaterra. En dicha ocasión, varios de sus cuadros fueron adquiridos por Archer Huntington con destino a la Hispanic Society of America de Nueva York. A raíz del estallido de la Gran Guerra regresará a España y se instalará en un primer momento en Madrid, donde realizó la decoración del Teatro Reina Victoria. En los años veinte continuó exponiendo en distintas ciudades españolas, y sus últimos años los pasó a caballo entre Ibiza y Barcelona. Viscaí está actualmente representado en la mencionada Hispanic Society de Nueva York, el Museo del Prado y el Municipal de Bellas Artes de Tenerife, entre otras colecciones públicas y privadas.