"Retrato de ancestros". China. Dinastía Qing

"Retrato de ancestros". China. Dinastía Qing, finales del siglo XVIII-principios del XIX.
Pintura sobre seda.
Presenta desgaste, desperfectos y faltas.
Medidas: 200 x 115 cm.; 213 x 125 cm. (marco).

El retrato de ancestros fue un género pictórico de gran importancia en la China imperial. La pintura sobre seda muestra a una pareja de alto rango, sentados en una posición formal y frontal, una convención artística destinada a honrar y preservar la memoria de los difuntos.

Los personajes, un hombre y una mujer, visten ropajes formales de la dinastía Qing (1644-1912). El hombre, a la derecha, lleva un traje de corte de color azul oscuro, sobre el cual se distingue un cuadrado mandarín (buzi) en el pecho. Era un insignia que indicaba su rango como funcionario civil o militar. Su expresión es solemne y su postura rígida, mirando directamente al espectador. La mujer, a la izquierda, viste de manera similar, con un atuendo formal adornado. Su tocado es elaborado, acorde a la moda de la época para las mujeres de la élite. Al igual que su esposo, su rostro es sereno e idealizado, evitando mostrar emociones personales para proyectar dignidad y virtud.
Ambos están sentados en imponentes sillones cubiertos con ricas telas decoradas, lo que subraya su elevada posición social.

Detrás de la pareja, un biombo o fondo pintado muestra un paisaje de montañas y ríos. Este tipo de paisaje aludía a la estabilidad y la armonía del universo, cualidades que se deseaban para la familia. A sus pies se extiende una elaborada alfombra con motivos vegetales y simbólicos.

Los rostros están pintados con gran detalle y un intento de realismo para capturar la semejanza de los individuos, como era costumbre en los retratos de ancestros. Sin embargo, los ropajes y el fondo están ejecutados con un estilo más plano y decorativo, utilizando líneas precisas y colores vibrantes pero sin sombreado, lo que crea un efecto monumental y ceremonial.

Este tipo de pinturas se exhibían en el altar familiar durante ceremonias especiales, como el Año Nuevo Chino o aniversarios, para que los descendientes pudieran presentar sus respetos y fortalecer el vínculo con su linaje.