Charles & Ray Eames, silla DSW para Vitra

CHARLES EAMES (EE.UU., 1907 – 1978) & RAY EAMES (EE.UU., 1912 – 1988) para VITRA Editor.
Silla DAW, modelo de 1948.
Carcasa blanca de polipropileno y base original con clavijas negras.
Fabricado por Vitra, con etiqueta.
La silla presenta marcas mínimas.
Medidas: 83 x 62 x 60 cm, altura del asiento: 45 cm.

Charles y Ray Eames diseñaron el sillón DAW (Dining Height Armchair Wood Base) en 1950 como parte de la colección de sus famosas “Plastic Chairs”. Producidas por Vitra, las sillas de plástico de Eames son las primeras sillas de plástico producidas en serie en la historia del mobiliario, y hoy están disponibles con varios asientos y marcos, lo que las hace multifuncionales y polivalentes. La combinación de la base de madera con la carcasa de plástico de la silla DAW ofrece un rico contraste de materiales.

“Conseguir más de lo mejor para más gente y por menos” es el lema del matrimonio Charles y Ray Eames, diseñadores cuyas innovaciones arquitectónicas contribuyeron en el avance de muebles, diseño y fabricación industrial. Charles y Ray Ames, matrimonio y pareja artística, trabajaron en los campos del diseño industrial y gráfico, las bellas artes y el cine, y son responsables de numerosos diseños convertidos ya en clásicos del siglo XX. Fueron pioneros en el uso de nuevas técnicas y materiales como la fibra de vidrio o la resina plástica para la fabricación de sillas, y sus creaciones pueden contemplarse en el Design Museum de Londres y en el MoMA de Nueva York, entre otros muchos.Tras la crisis del diseño de los años sesenta, surgida a raíz de la controversia acerca del funcionalismo, en los setenta surge un pluralismo de teorías y metodologías del diseño, y por ende la búsqueda de nuevas y variadas orientaciones que continúa hasta hoy en día. Con las economías recuperadas tras la devastación de la Segunda Guerra Mundial, surgen nuevos consumidores orientados a la búsqueda de la diversión. Por otro lado, la estética pop que privilegiaba lo desechable y lo temporal conduce a un cambio en los diseñadores, muchos de los cuales se rinden a modas pasajeras y al mercado. Por estos años el diseñador toma conciencia de su profesión y, mientras los arquitectos discutían la validez de un estilo, los diseñadores pensaban en la crisis del petróleo, el costo de los plásticos y el interés de la sociedad por el medioambiente. Será entonces cuando el diseño se independice de la arquitectura, retomando su función social y su relación con la industria.