Atribuido a Pedro Millán

Atribuido a PEDRO MILLÁN (Sevilla, siglo XVI).
“Cristo”.
Barro policromado.
Medidas: 24 x 31 x 15 cm.
Escultura de barro cocido policromado que representa el rostro de Cristo. La pieza destaca por su emotividad contenida que se aprecia en especial en el gesto. Los parpados cerrados y la boca entreabierta sumados a la serenidad nos muestran el último aliento de Jesús. La iconografía de la obra es dudosa, ya que la corona indica que se trata de un momento de la pasión, aunque también puede tratarse de la representación de la Santa Faz que tiene su origen en el episodio ocurrido durante la Pasión de Cristo, cuando en el camino al Calvario una mujer se quitó su velo para secar con él la cara del Mesías. La imagen del rostro de Jesucristo quedó impresa en el pañuelo de lino, y éste se conservó milagrosamente a través de los siglos, convirtiéndose en objeto de culto. La mujer más tarde sería llamada Verónica, cuya etimología deriva del latín “verum” (verdadero) y el griego “eikon” (imagen). La Santa Faz es una de las reliquias más famosas del cristianismo, descrita por primera vez en 1137.
Estilísticamente la obra de Pedro Millán conserva leves ecos del estilo gótico, aunque en su escultura predominan los preceptos del renacimiento. Su obra se caracterizó en gran medida por un dominio del modelado en barro cocido como se puede apreciar en obras tales como el Entierro de Cristo que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla o el Llanto sobre Cristo del Museo Hermitage de San Petersburgo.