Francis Bacon

FRANCIS BACON (Dublín, 1909 – Madrid, 1992).
Panel de la derecha del "Tríptico 1974-1977". 1981.
Grabado al aguatinta y aguafuerte sobre papel Guarro, ejemplar A.P 11/15.
Polígrafa editor, Barcelona.
Firmado y justificado a lápiz.
Medidas: 39 x 29,5 cm (pisada); 65 x 50 cm (papel); 68,5 x 53,5 cm (marco).

Grabado de Francis Bacon basado en el panel derecho del tríptico que realizara tras la muerte de su amante George Dyer, quien se suicidó en un hotel parisino en 1971. En 2008, el tríptico estuvo muy cerca de batir el récord del artista al adjudicarse en Londres por 26,3 millones de libras. Éste fue uno de los llamados "Trípticos Negros", ejecutados por Bacon tras el suicidio de Dyer. El paraguas negro como símbolo ominoso ya estuvo presente en obras anteriores del artista, pero en este tríptico las referencias literarias o artísticas quedan diluídas haciendo más compleja la lectura. Es una obra subyugante.

Pintor angloirlandés nacido en Dublín en el seno de una familia británica, Francis Bacon fue un artista clave en el desarrollo del arte del siglo XX por su imaginería cruda, impactante y cargada de plasticidad. Pasó su infancia entre Irlanda e Inglaterra, y en su pubertad su padre lo excluyó de su familia por sus tendencias homosexuales. Lo envió en 1925 a Berlín con un amigo de la familia, a quien finalmente sedujo. Entre 1927 y 1928 residió entre Berlín y París, y será en estos años cuando descubra “La masacre de los inocentes”, de Poussin, obra que despertó en él el interés por el grito y por la boca. Por estos años decidirá hacerse pintor, tras visitar una muestra que incluía varias obras de Picasso. Regresa pues a Londres e inicia su formación artística con el australiano Roy de Maistre, estudios que completó de forma autodidacta. No obstante, no será hasta mediados de los años cuarenta (hacia 1944) cuando su tríptico “Tres estudios para figuras al pie de una crucifixión” marque el punto inicial de su carrera plástica. Realmente esta obra, considerada una de las más originales e inquietantes del arte del siglo XX, marcó el inicio de la madurez artística de Bacon, cuya obra se centrará desde entonces en el tema de la vida en la muerte y la muerte en la vida, reflejando así a la vez su propio carácter autodestructivo. También desde entonces serán constantes en su obra las figuras humanas expuestas y vulnerables, expresión de “la soledad, la violencia y la degradación”, según sus propias palabras. El reconocimiento a su obra madura fue casi inmediato, y en 1949 el MoMA de Nueva York adquirió una obra suya. Ya plenamente consolidado en el panorama artístico internacional, en 1955 se celebró su primera exposición retrospectiva, celebrada en el Institute of Contemporary Arts de Londres. En 1959 realizó una muestra individual en el contexto de la Bienal de São Paulo, y en 1962 se le volvió a dedicar una retrospectiva, esta vez en la Tate Gallery londinense. En los años siguientes Bacon celebrará importantes exposiciones de su obra en el Museo Guggenheim de Nueva York (1963), el Grand Palais de París (1971) y el Metropolitan de Nueva York (1975), así como retrospectivas en el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden de Washington D.C., el Los Angeles County Museum of Art, el MoMA de Nueva York y el Musée National d'Art Moderne de París. Ya en fechas más recientes destaca la amplia retrospectiva que le dedicó la Tate Britain en 2008, la más grande hasta la fecha. Actualmente Bacon está representado en los más destacados museos del mundo, entre ellos el MoMA y el Guggenheim de Nueva York, el Art Institute de Chicago, el MUMOK y el Albertina de Viena, el Reina Sofía y el Thyssen-Bornemisza de Madrid, el SMAK de Gante y la Tate Gallery de Londres.