DESCRIPCIÓN
Atribuido a GIUGLIELMO DELLA PORTA (Lombardía, 1500 – Roma, 1577).
“Cristo crucificado”.
Bronce y base de ébano.
Medidas: 43 x 36 x 10 cm (cristo); 121 x 54 x 27 cm (total).
Cristo crucificado en bulto redondo realizado en bronce dorado asentado sobre una base y cruz de ébano. En cuanto a la escultura, en este caso observamos como el escultor utiliza únicamente tres clavos, acentuando así el dramatismo de la escena, lo cual potencia con el alargamiento de las extremidades superiores que reflejan como Cristo sustenta toda la carga de su cuerpo, con el rostro hacia abajo extenuado. Estilísticamente, se observan distintas características propias de Guglielmo della Porta torso, la factura del paño y la curvatura que adopta el cuerpo con las piernas flexionadas hacia la derecha.
Guglielmo della Porta fue un reconocido escultor, arquitecto y restaurador italiano de manierismo. Della Porta era el hijo de Cristoforo della Porta y su esposa Caterina. Recibió su educación artística de mano de su tío Giovanni Battista della Porta en Génova. Trabajó para la catedral de Génova durante sus primeros años de formación artistica ya en 1531 junto con su hermano Giacomo y bajo la dirección de su tío en las estatuas de la capilla de San Juan Bautista. En 1537 se mudó a Roma y se convirtió en discípulo de Miguel Ángel, consiguiendo así un mayor número de encargos. Ejemplo de ello es su el busto que realizó para el Papa Pablo III en 1547, después de su muerte y la tumba de San Pedro, que fue su trabajo principal, que le ocupó desde 1555 hasta 1575, aunque sin embargo, luego revisada por Bernini. Su carrera como escultor de la corte de los Farnesio se debió a su contacto con Mario Maccarone, el supervisor de los proyectos de construcción papales. En 1540, como Della Porta diseñó la tumba de Vincenzo degli Ubaldi en la iglesia de Santi XII Apostoli. Della Porta era un hermano lego de los cistercienses y fue llamado desde 1547 a la moneda papal. Entre otras cosas, su estudio se encargó de complementar las piernas del torso de Farnese, que se encontró en 1546. El resultado fue tan convincente para sus contemporáneos que siguiendo el propio consejo de Miguel Ángel fue aprobado para vincular las antiguas extremidades de la estatua, que había sido excavada. Hoy en día sus obras se encuentran en diferentes lugares de gran relevancia histórica y artística ejemplo de ello es su escultura de Moises en San Lorenzo de Fiori, o por ejemplo sus obras en la capilla Giuliano de la catedral de Genova, en Santa Maria del Popolo, y su busto de Pablo III que se encuentra en el Museo de Capodimonte.