Bernardo Monsú

BERNARDO MONSÚ (Dinamarca, 1624 – Italia, 1687).
“Cazador”.
Óleo sobre lienzo. Reentelado.
Presenta restauraciones sobre la superficie pictórica.
Posee marco del siglo XIX.
Medidas: 98 x 72 cm; 124 x 96 cm (marco).
En este lienzo el autor nos muestra una escena que parece tomada de la vida cotidiana, una escena costumbrista, pero que sin embargo guarda un significado alegórico más profundo. Protagonizada por un joven cazados que sostiene su arma, el protagonista retratado de busto en primer plano dirige su mirada hacia un punto situado en el exterior de la composición, con gesto ausente y asustado, de tal modo que el autor centra gran parte de su atención en captación de la psicología del personaje. Se trata de una pintura de costumbres es un género en el cual se describen tipos populares y actitudes, comportamientos, valores y hábitos comunes a un grupo concreto de la población, región o clase por medio de la descripción, satírica, nostálgica o narrativa, de los ambientes, costumbres, vestidos, fiestas y diversiones, tradiciones, oficios y tipos representativos de una sociedad. La idea del costumbrismo surgió de un intento de comprender la realidad, o más precisamente, de la realidad entendida de una manera particular, desde un punto de vista específico.
Nacido en la localidad de Helsingor, Bernhard Keil inició su formación como discípulo del pintor danés Morten Steenwinkel. Posteriormente se instala en Ámsterdam, donde aprenderá junto a Rembrandt entre 1642 y 1644. Seguidamente trabaja en el taller de Hendrick Uylenburgh, entre 1645 y 1648, y entre 1649 y 1651 cuenta ya con su propio taller. En 1656 realiza un viaje a Roma, donde está documentado hasta 1687, fecha de su muerte. Durante sus años en Italia también trabajó en Bergamo y Venecia. Su estilo denota la influencia de Jan Lievens, en un primer momento, y más tarde también de los italianos Pietro Bellotti, Antonio Cifrondi y Giacomo Francesco Cipper. Entre sus pinturas más conocidas se encuentran las que realizó para la capilla de San Canuto en Santa Maria Traspontina, en Roma. Además de los temas religiosos, Keil abordó escenas alegóricas y de género. Actualmente las obras de Bernhard Keil forman parte de algunas de las colecciones más importantes del mundo, entre ellas la del Metropolitan Museum de Nueva York, la del Netherlands Institute for Art History y la del Museo de Bellas Artes de Boston, entre otras.